“Parklife significó un pronunciado salto hacia la escenificación del estilo de la época”
[Alfredo Duro] @ecosdelvinilo | @alfredoduro1
Soy uno de los afortunados que pueden presumir, lo digo claramente, de haber estado presente en Wembley para presenciar uno de los dos conciertos que Blur dio en julio del año pasado en el estadio londinense. Dos conciertos que dejaron boquiabiertos a sus seguidores y que encumbraron definitivamente a Damon Albarn, Graham Coxon, Alex James y Dave Rowntree a la categoría de grandes mitos de la música inglesa, superando todas las expectativas musicales que durante mucho tiempo le señalaron como grandes iconos junto a Oasis del Britpop. Por entonces, Blur mostraban una imagen de cuidadosa escena londinense en esa batalla que la industria musical supo rentabilizar para que los aficionados llevaran sus gustos musicales a una especie de gran competición futbolística en la que los discos eran tratados como grandes himnos de los hooligans de aquel movimiento musical. Desde Inglaterra, grupos como Blur revitalizaron como nunca el poder de su música y convirtieron a toda Europa en un campo de batalla cuyo indiscutible sello era el Britannia Rules Away.
Parklife, publicado en abril de 1994, fue el tercer disco de Blur y está considerado como uno de los discos más influyentes de la década de los noventa. Alcanzó rápidamente el numero uno en las listas de álbumes del Reino Unido y se mantuvo en posiciones de honor durante noventa semanas. El sonido de Parklife definió de manera incontestable a Blur como uno de los dignos herederos del mejor rock británico de siempre, señalando a Damon Albarn como mucho más que un chico malo del britpop y dejando ver su descomunal talento para explorar vertientes musicales de todo tipo. El disco se abre con Girls & Boys, convertido desde el primer momento en uno de los grandes himnos del Britpop. Una canción que se maneja con divertida agilidad entre su pegadizo estribillo y los trabalenguas con los que el grupo quería dejar constancia de la tumultuosa explosión sexual que fueron capaces de presenciar en unas breves vacaciones en la localidad mallorquina de Magaluf. Además, el disco incluye temas como End of a century, To the end y Parklife, la canción que da titulo al disco y que contó con la inestimable colaboración de Phil Daniels, actor protagonista de la película Quadrophenia.
Hay que reconocerle a Damon Albarn sus dotes como profeta porque el líder de Blur predijo que “cuando salga nuestro tercer álbum, nuestro lugar como la banda inglesa por excelencia de los noventa estará asegurado”. Parklife fue cuatro veces disco de platino y significó un pronunciado salto hacia la escenificación del estilo de la época. Letras que conjugaban el optimismo y la nostalgia, apuntando hacia ese tipo de personajes cargados de cinismo que eran capaces de convertir el mundo en un lugar lleno de diversión y frescura. Ráfagas del pop más refinadamente británico elevan a Parklife a la categoría de disco imprescindible para entender el salto con el que Blur se situaron a la altura de las bandas inglesas de máximo culto.
Sobre el autor del artículo:
ALFREDO DURO: La voz punk rock del periodismo musical y deportivo. Nos lo deja claro: “El bajo de los Sex Pistols no era yo. Lo siento. Era Sid Vicious, pero ya no está aquí. ¡Un tipo listo!”. – @alfredoduro1
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