El britpop y el gospel en siete minutos
[Redacción] @ecosdelvinilo
Tender, el primer sencillo del álbum 13 de Blur (1999), es el vivo ejemplo que el cruce de britpop y gospel podía generar un tercer elemento cargado de una emoción con connotaciones espirituales. Su letra es de una sencillez absolutamente sublime, que va desde la pasión romántica al amor por algo superior, teniendo su origen en la ruptura de Damon Albarn y Justine Frischmann (que luego admitiría que lloró la primera vez que escuchó la canción). La frase «Tender is the night» hace referencia a la novela del mismo nombre de F. Scott Fitzgerald.
Con los coautores Albarn y Graham Coxon compartiendo las voces principales con el London Community Gospel Choir, se convirtió en candidata inmediata a ser el single principal del álbum prácticamente desde su grabación. Se lanzó oficialmente como adelanto del disco el 22 de febrero de 1999 llegando al número 2 en el UK Singles Chart y llegando a ser nominado como Mejor Single Británico en los Brit Awards 2000, premio que terminaría siendo para Robbie Williams y su tema She’s The One. Tender estaba acompañada por All We Want y Mellow Jam en la cara B (en la edición japonesa se incluyeron los temas French Song y Swamp Song).
Tender se convirtió en una favorita para los conciertos. Luego de la salida de Coxon de la banda se siguió interpretando, dejando Albarn que el público cantara las líneas del guitarrista ausente: «Oh my baby/Oh my baby/Oh why?/Oh my«. En el Festival de Reading en 2003 Damon introdujo la canción diciendo: «No quiero, por un momento, ser un sentimental, pero … Graham escribió esta canción, así … ya saben las partes que canta y quiero que las canten tan alto como le sea posible. Todo el mundo tiene que cantar esta canción «.
El video de la canción muestra a la banda interpretándola en directo, en blanco y negro, junto a un grupo de coristas. La versión es diferente a la original del álbum. El video oficial, dirigido por Sophie Muller, nunca se utilizó porque a la banda no le gustaba. Tender es considerado como uno de los últimos grandes temas de Blur en su etapa clásica y una de las canciones más emocionantes de aquello que una vez se llamó britpop.
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