AM
[Domino]
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[Ricardo Portmán]
Cargar con el innecesario sanbenito de «salvadores del rock» ha sido más un lastre que una motivación para los Arctic Monkeys. Los de Sheffield han sabido capear el temporal de euforia y han sacado un disco de madurez/transición realmente meritorio. AM es rock clásico. Punto. Sin más. Y precisamente eso es lo que se agradece. Los Arctic Monkeys no tienen ya que convencer a nadie, solamente hacer justicia a tanta tinta que ha corrido por y para ellos.
Grabado en Los Ángeles, AM tiene de todo en cantidades saludables. Van desde el rock-vértigo de Rumine? y Fireside, hasta la contención y pegada de temas como No. 1 Party, Mad Sounds y I Wanna Be Yours. La carga vivencial de sus letras calza a la perfección en la voz de Alex Turner. Se les acusó en el pasado de ser unos pesos livianos en el tema de contenido lírico (¿Qué nos podrían enseñar cuatro adolescentes sobre la vida?) pero Arctic Monkeys es mucho más de lo que se ha dicho y escrito.
No vamos a presenciar la invención de una revolución ni sonidos que hagan sacar del horno nuevas etiquetas. Pero en los tiempos que corren eso ya sería un lujo innecesario. Hace falta buen rock, necesitamos sangre joven que siga creyendo en los acordes y la rabia. Los Arctic Monkeys se han hecho más imprescindibles de lo que muchos creen. AM es savia fresca. Bienvenida sea.
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