Crítica | Viva Suecia: Viva la fama

Crítica | Viva Suecia: Viva la fama


[Ricardo Portman] @ecosdelvinilo

Nadie podrá poner en duda que en el pasado tenía una opinión muy elevada de Viva Suecia (desde su big-bang hasta El Milagro de 2019). Ellos eran el grupo distinto, los cuatro tíos más sencillos y cercanos que podías conocer. Sus canciones eran himnos, eran rock y sudor, eran como la vida misma pero con un resplandor diferencial. Pero esta percepción se ha ido esfumando los últimos dos años hasta quedar en el cero absoluto. Esto es -pero no es- Viva Suecia.

Siempre me han preguntado por qué escribo crítica negativas de los discos, que podría contentarme con ignorar y callar, pero no, porque la pertinencia obliga a poner el dedo en la llaga y Viva Suecia han elegido la fama y por ende han elegido la pertinencia. Tengo mis dudas de si ellos mismos son conscientes de lo importantes que eran para muchos que (me consta) hoy están hundidos por este giro hacia la radiofórmula más casposa. Y mucho cuidado: no critico la evolución y estoy convencido que crecer musicalmente es necesario pero este álbum no les ha llevado a ningún lugar elevado. La música es demasiado importante como para dejar de lado una derrota tan clamorosa como lo es que VS se domesticara de esta forma.

Nunca pensé que escribiría una review con un tono tan agrio de un disco de VS pero sí, Rubén Blades siempre tiene la razón: la vida te da sorpresas. Vamos con El Amor De La Clase Que Sea.

El Bien a las primeras de cambio me suena a la canción-plantilla de VS, suena igual a cualquier otra canción suya, pero en este caso es como un chiste contado cien veces (ya no tiene gracia). Lo Siento es el primer ‘featuring’ (ese mal que nos asola) y me queda claro que esto es cualquier cosa menos Viva Suecia. Otro tema pop-chicle de los 40P. Queda todo dicho.

No Hemos Aprendido Nada arranca con ese tecladillo recurrente que ensucia el otrora sonido de guitarras cristalinas de la banda murciana; en este corte la melodía es tan estándar como olvidable. Quise esperar por lo menos tres canciones para hablar de la producción y lo cierto es que no esperaba menos de Santos & Fluren: sonido artificial, vacío, plano, inexpresivo. Es increíble el descenso a los infiernos en el tema producción tras contar en sus discos anteriores con glorias como Paco Román y Carlos Hernández Nombela.

Ahora llegamos a la aburrida canción de Leiva (maldita sea), Justo Cuando el Mundo Apriete, y la verdad es que es tan empalagosa que se corre el riesgo de sufrir un ataque diabético. Esta es la canción que quizás mejor refleje la degradación sonora de Viva Suecia. 

Habla de Nada nos lleva al territorio del pop cadena dial, perfecta para que Taburete, Malú o Alborán la canten con ellos (ya que parece que los feat. se han vuelto el sino de su bitácora). Hacernos Polvo inicia con el enésimo teclado ochentero y otra melodía plana-plana (es como si estuviera escuchando todo el tiempo la misma canción, madre mía). A estas alturas de la escucha estoy hecho polvo por la tristeza que esto esté firmado por Viva Suecia.

¡Oh, una guitarra! Aunque sólo dure un suspiro al inicio (y en momentos puntuales) de El Rey Desnudo. La línea melódica es como el electrocardiograma de Brian Jones (you got it?). El Mal es otra tonadilla pop que me sumerge en el aburrimiento más absoluto. 

La Parte Difícil cuenta con Luz Casal (señora de señoras) pero esto no remonta; no basta la voz de la leyenda gallega para elevar el nivel sobre la ciénaga. Lo Que Queda de Cariño es otra canción-plantilla, igual que todas, sin mayores puntos de interés.

Gracias cierra el tracklist con lo que parece un vocoder y piano circular (el suyo) y melancolía (la mía) porque esto está tan lejos de lo que fueron los VS, tan vacío de emoción, de fuerza, de electricidad. Sí, le echan la culpa de todo a la multinacional pero ellos, sólo ellos, son los que han elegido el lugar donde doblar el tallo ante el viento del star-system. Supongo que este disco y la imagen que proyectan es lo que les hará felices en su torre. Another band bites the dust. |

Sobre el autor del artículo:

RICARDO PORTMÁN: Fundador y editor de Ecos del Vinilo, es periodista y crítico musical, criado y alimentado por el rock n’ roll; creció a la vera de The Beatles, los Stones, The Doors, Pink Floyd y Queen, compañeros de viaje que fueron nutriendo el banco de datos de una mente que siempre se ha movido en acordes, estrofas y vinilos. – @portman918 | @ecosdelvinilo

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1 comentario

  1. Jesus

    Pues la verdad es que no puedo estar más de acuerdo con el artículo. Soy de los que andan con cara mitad estupor, mitad indiferencia ante esta deriva. Había un grupo de rock que atronaban en directo (madre mía el concierto en el SanSan del año 2017 o en la plaza de Gijon).
    Con el Milagro se pasaron a un pop que no me gusta, que no es mi estilo pero que reconozco como digno y soporto como evolución de un grupo a donde quieran ir ellos, no yo (faltaría más)
    Pero esto…. En la canción con Luz directamente lo tuve que quitar, el tono sensiblero y lloroso de la voz de Rafa ya no era la de ese tio que calentaba la voz en un Palencia Sonora cantando a Nino Bravo, era la voz del primer descalificado de OT 2023.
    Espero que, al menos, se estén forrando

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