Este es nuestro top ten de los trabajos más destacados del rock, pop e indie español
[Ricardo Portmán] @ecosdelvinilo
En el año que se creía sería el post/pandemia seguimos con la cautela en todos los niveles pero en lo musical muchos de nuestros artistas han ido a pecho descubierto y en sus producciones del 2021 se ha notado. Los supervivientes del rock, el pop y el indie patrio han dado el do de pecho y en esta nueva entrega de nuestros rankings de fin de año hemos decidido cribar profundo y sólo destacar los diez mejores, un top ten de oro con un podio insuperable. Vamos con los álbumes punteros del 2021 que ya nos va dejando.
10
La Noche (Arde Bogotá)
La banda revelación que ya no lo es tanto porque han confirmado las promesas creadas a su alrededor con un trabajo potente, actual y sobre todo con indicios de lo que está por venir. De Murcia nos suelen llegar muy buenos sonidos y los Arde Bogotá son de los que encienden la noche.
9
Que Se Joda Todo Lo Demás (Alice Wonder)
Este es un disco que rompe con cualquier idea preconcebida que tuviéramos con Alice Wonder, una artista en cuarto creciente que ahora cambia de idioma en sus letras pero sigue hablándonos con los mismos códigos emocionales. Alice ha subido rauda a un nivel de mayores desde la irreverencia de una juventud expresionista.
8
Hilo Negro (Derby Motoreta’s Burrito Kachimba)
Poderosos, indiscutibles, categóricos. Los DMBK son los señores de la Kinkidelia y con Hilo Negro han reforzado el aura de su leyenda. Es de esas bandas que perdurarán en el tiempo con trabajos como éste. Los andaluces lo han bordado con altas dosis de voltaje lacerante y sabrosos decibelios.
7
Clamor (María Arnal i Marcel Bagés)
Compromiso con un sonido identificable. Delicadeza melódica y mimo lírico es lo que podemos encontrar en una producción que hace honor a su título, porque cada una de sus selecciones son verdaderos clamores y abrazos fuertes para los oyentes.
6
Hardcore From the Heart (Joana Serrat)
Joana es de nuestros pequeñas y casi ocultas joyas musicales. Desde la sencillez y la querencia por los sonidos americanos la artista acierta en cada canción, plantando bandera en el verdadero hardcore de los corazones. Este es un disco que se debe escuchar con calma y buenos acompañamientos para los sentidos.
5
Polvo de Battiato (Ángel Stanich)
Había muchas expectativas con este trabajo y no sólo se cumplieron: superaron hasta a los más optimistas. Stanich rompe y rasga, gana y conquista, arrasa, con una batería de composiciones que despuntan con harta suficiencia y mucho contenido. Las letras, las melodías, el sabor, lo intangible: Ángel Stanich toca la cúpula celeste con este Polvo de Battiato.
4
Ese Éxtasis (Tulsa)
Si un álbum puede verse como un verdadero manifiesto de la femineidad es este monumento de Tulsa. Ese Éxtasis es un viaje con una bitácora camaleónica, que muta en función del estado anímico desde el que se escucha. Sus letras nos transportan al intra-universo de una Miren Iza que se confirma como una creadora fascinante, cercana y sutil.
3
The River And The Stone (Morgan)
Qué ganas había de nuevas composiciones de Morgan, de la voz quebrada e insuperable de Nina. The River and The Stone lleva todos nuestros conceptos sobre la banda a nuevas cotas. El cancionero es sólido, inspirado, vitalista y sobre todo muy coherente con la evolución lógica y natural del grupo. Morgan está en otra liga: en la de los grandes que no se lo creen (pero deberían). The River and The Stone es una obra de arte.
2
MKMK (Maika Makovski)
Visceral. Rompedor. Muscular. MKMK es un disco que nació para el directo y en este tiempo de incertidumbres revienta las dudas con el rock n’ roll más salvaje que escucharás en el 2021. Y si creen que es potente en su versión de estudio entonces deben escuchar a Maika y su banda deluxe defender estos temas en directo; un chute de adrenalina en modo Pulp Fiction. Maika Makovski no tiene nada que demostrar y se percibe en las ondas la libertad que se ha auto-obsequiado con MKMK. Los mejores discos son aquellos en los cuales el autor hace lo que le gustaría escuchar como fan. MKMK es un disco de Maika para Maika y el resultado es un triunfo aplastante.
1
El Largo Mañana (Rufus T. Firefly)
El mejor disco del año (y de muchos años) llegaba como ‘la crónica de una muerte anunciada’ (permítanme el manoseo del tópico) sólo que en vez de muerte podemos hablar de ‘vida’ porque El Largo Mañana es un disco donde se percibe el pulso, el groove, el nervio, la búsqueda, el abandono de la auto-complacencia y el abrazo al riesgo. Todos los que esperaban el rock lisérgico marca-de-la-casa se han encontrado con un tratado de soul y funk suntuoso, sensual, delicado, con maravillosas concavidades y convexidades en sus estados de ánimo sonoro. Rufus T. Firefly alcanzó hace mucho “su sonido” y han sido sabios en la forma de amalgamar el ‘Rufus de antes’ con el ‘Rufus del futuro’ desde un presente catártico.
Víctor Cabezuelo ya se rebanada la cabeza hace un par de años sobre cual camino seguir: el fácil (lo que esperaba la gente) o el duro (lo que esperaba él de sí mismo). Con lo segundo en la solapa como una medalla apostó por la fidelidad a su corazón y sacó lo mejor de sus propias artes junto con un grupo de músicos (Julia, Miguel, Carlos, Marta y Juan) que son la crème de la crème instrumental de nuestra música.
Rufus T. Firefly se perciben felices con esta nueva etapa y ese sentir lo trasladan al que escucha y al que les ve disfrutar sobre un escenario. Todos y cada uno de los temas de El Largo Mañana son joyas, son elementos esenciales de un bodegón rico y equilibrado. Me atrevo a pronosticar que durante muchos años se hablará y escribirá sobre este disco.
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