[Teresa Cerón López] @ecosdelvinilo | @terethali
Decidió Soleá Morente que en Lo Que Te Falta iba a echarlo todo. Su arte volcado en doce canciones que versan entorno al amor y el desencanto posterior. Una voz única, delicada y sutil a la par que potente. Desnuda a veces, con mucha garra, otras. Sin querer desviarse de la senda trazada en el inmaculado Olé, lorelei (2018 ), su disco más festivalero y bailongo hasta la aparición en marzo de este año de Lo Que Te Falta: Pura rumba, puro color, pop tocado por la gracia divina.
Se advierte que sólo han pasado la criba los temas que más laten, en los que se escapa la vida a borbotones mientras la de Granada se enfunda un traje de “Drama Queen” para rendir tributo a la mujer empoderada y a musas de la talla de María Jiménez, Rocío Jurado o las mismísimas Grecas, dotando de una alegría muy especial un nuevo cancionero firmado por ella en algunas composiciones que están a la altura de las más grandes.
Vuelve Soleá a rodearse de colaboradores de lujo en Cariño, tema compuesto por David Rodríguez de La Estrella de David, encargado de las labores de producción de un disco que, sin él, no hubiera llegado a tan buen puerto. Entrelaza sentimientos interpretándolos de una manera enternecedora en No Puedo Dormir, arrullada por Las Negris y Alonso Díaz.
La nota dominante no es sólo la alegría; hay rabia saliendo a borbotones en Lo Que Te Falta, un arañazo severo y profundo en la piel que incita al susurro y a la redención. Inolvidable también es la colaboración de su hermana Estrella en el final de Condiciones De Luna, en la que caben palmas envueltas en desnudez para que se luzca una interpretación que palpita. Su hermano Kiki la arropa en Pero Es De Noche, famoso poema de San Juan de la Cruz que don Enrique Morente defendió y adaptó por tangos y ahora luce un nuevo ropaje más eléctrico y directo, sello de los pequeños de la saga.
Las canciones de este trabajo están tan bien elegidas que es difícil adivinar si se cuela algún error. El peso del desamor destaca en la arrolladora Ducati, endulzada por los coros de las integrantes de Cariño (que también acompañan con sutileza en Cosas Buenas) logrando que el desencanto no suene descorazonador y sí muy divertido. Valiente es su interpretación en Viniste A Buscarme, para la que deja que brote su raíz más profunda haciendo alarde de pasado y anunciando un futuro repleto de duende. Los pies se van solos en Tutti Frutti para la que Soleá recurre al tablao, la guitarra rumbera y el tronío de Lola Flores. A base de calidez, Soleá refina con garbo antiguas propuestas; Coca Cola es la transparente prueba de una artista que sabe cuidar con mimo las partituras que otros despliegan para ella. Desde que debutara en 2015 con Tendrá Que Haber Un Camino, la granadina ha estado escoltada por artistas de peso y renombre como J o La Bien Querida, que han compuesto para ella piezas que Soleá ha resoplado a base de empuje. En este disco, firman juntos (Ana Fernández y J) Olvidarme De Ti, canción en la que se aprecia la mano del vocalista de Los Planetas al final.
Los músicos que engrandecen el disco, hilvanan notas enfundadas en frases que Soleá escupe de forma lapidaria cayendo a plomo. Popo Gabarre y Ginés Pozas miman las percusiones, el Checopolaco descorcha brindis a golpe de bajo, y Eduardo Espín hace volar las guitarras hacia otra dimensión.
Los coros y las palmas brillan a lo largo de este material, así en Mundo Nuevo, logran ilustrar una letra brillante por la que se cuelan versos de la talla de estos: “Si quieres venirte, vente. Yo te ofrezco lo que tengo. Tengo buenas intenciones y mejores sentimientos”.
Es Lo Que Te Falta un disco lleno de personalidad, pero, ante todo, es un buen trabajo que permite el lucimiento de una artista en su máxima expresión.
