Crítica | The Saw Range: Conciencia, preguntas y búsqueda

Crítica | The Saw Range: Conciencia, preguntas y búsqueda
Flowers FOR Dreams
[Independiente] 
★★




[Ricardo Portmán] @ecosdelvinilo

Finalmente arribó a buen puerto la continuación de aquel álbum preciosista titulado Ajna con el cual The Saw Range se presentaba modestamente en sociedad hace dos años. Flowers FOR Dreams, su segunda referencia, retoma la historia y la embellece con un sutil puente entre el pasado y el presente, con un porvenir artístico interesantísimo para Eva Lasierra, voz, compositora y multiintrumentista que, con Óscar Arroyo en la producción y arreglos, le da forma a una propuesta que crece, que evoluciona y sobre todo que emociona. 

Eva profundiza líricamente, escarba en los sentimientos y en su propia filosofía vital para obsequiarnos letras con las cuales todos nos podemos sentir identificados. Toda la parte instrumental Flowers FOR Dreams nos lleva a un camino en doble sentido; por un lado al corazón de la América profunda y por otro al dreampop británico, pero siempre con ese hilo conductor que es la sutil y conmovedora voz de Eva (que todo hay que decirlo, es de lejos una de las mejores voces de nuestra escena). 

Flowers FOR Dreams consta de dos partes en su proceso creativo, el cual inicia con un primer puente con su obra anterior Ajna. Reincarnation inicia el disco con la lírica que quizás mejor representa el proceso espiritual de su autora: “Quiero crecer, ir muy lejos, donde mi alma pueda conectar conmigo… voy a renacer, entre luces y sombras, hablo a mi espíritu para que me muestre el camino”.

Coexistense es una suave nana que va directa a la conciencia, con una de las tomas vocales más brillantes del disco, especialmente cuando entona versos como “no me siento parte de esto, y por eso hago esta canción, no me mientas, yo lo llevaré, éste no será mi final en este mundo”. Musicalmente es un acercamiento al alma de Mazzy Star pero con una fortaleza autobiográfica que luce inexpugnable.

You Say Hello fue el primer single y es un paso más allá en el territorio de la Americana, de la guitarra acústica en la ruta del oro, con el valor de estar inspirada en un importante episodio personal de Eva que le hace deslumbrar como lo hacen las canciones que nacen del corazón. Mirrors le sigue y complementa porque también nos habla de las relaciones pero a un nivel aun más profundo, dejándonos claro la propia artista que “nuestras peores relaciones son nuestros mejores maestros, si estamos receptivos y abiertos para recibir la enseñanza que se oculta tras ellos”.  Para destacar los breves arpegios finales, reminiscentes a los Smashing Pumpkins de Thirty Three o Cupid de Locke.




Christmas for Tina te acaricia y a la vez te quiebra el alma en sus escasos dos minutos, porque está inspirado en un ser que llegó y sembró amor de forma efímera en la vida de Eva y le marcó de tal forma que ganó un lugar en sus versos. Aquí termina la primera parte del disco.

Inicia el segundo acto Tripophobia, un tema más eléctrico que cuenta con esa voz tan Grohl de Óscar Arroyo apoyando las estrofas de Eva, donde nos lleva en un viaje por temas más terrenales, con un llamado a no dejarse usar como marionetas en un campo de batalla (ya sea en la política, economía o simplemente para oscuros fines individuales): “Somos mapas de batalla, cuando el sol se oculta otra vez”.

Paint parte con la guitarra acústica y los toms abriendo un claro en el bosque sonoro de la canción más luminosa del álbum, donde se percibe una emoción distinta y más desnuda en la toma vocal con líneas como “cuando sueño que vuelvo a casa, en el aire veo mi alma, empiezo a brillar de nuevo, todo es parte de Dios”.

Silence es el track más atmósferico del disco, un vuelo en planeador sobre mesetas de reverb y sonidos al revés, con una letra muy espiritual, un llamado a mirarse y escuchar el silencio propio, porque ahí también hay sonidos.  

El cierre de Flowers FOR Dreams es de premio con la enorme And Action, tanto en lo musical como en su mensaje, que es el summum del concepto de la obra: La realización como forma pura de trascendencia. La unión de las voces de Eva y Óscar en este tema, acompañados de una guitarra solista poderosa, es el punto álgido del álbum, una despedida de altura.

The Saw Range es mucho más de lo que escuchamos o vemos; en sus estructuras hay aire, sangre, pulso y sobretodo conciencia, preguntas y búsqueda. Flowers FOR Dreams es de esos discos-hogar, a los que siempre se regresa.








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