Hablamos sobre una leyenda viva de los estudios de grabación
[Redacción] @ecosdelvinilo
En los cincuentas y sesentas, más allá de las luces de los focos y las portadas de revistas, había una legión de músicos que eran los que muchas veces daban la genuina forma a esos sonidos que hicieron época. Poco pueden imaginar los melómanos de las últimas décadas que lo que escuchan no es lo que parece. En Inglaterra, los futuros Zepellins Jimmy Page y John Paul Jones ya hacían de las suyas en los estudios de grabación como geniales asalariados. En los Estados Unidos no podemos dejar de nombrar Muscle Shoals o los enormes Memphis Horns, entre otros.
Pero si de músicos de sesión históricos queremos hablar, en primer lugar debe estar una pionera del género, tanto por su calidad musical como por el hecho de ser una session woman en un tiempo en que los hombres gobernaban el negocio musical a ambos lados del Atlántico: Carol Kaye. Ella ha estado en más grabaciones que nadie en los Estados Unidos. Más de diez mil sesiones de grabación lo avalan. Bajista suprema y muy dotada guitarrista. Su presencia en la grabación de temas inmortales hablan muy bien de su pericia a las cuerdas.
Hija de músicos, Carol ya era guitarrista profesional en el lejano 1949. Su debut en estudios de grabación a las seis cuerdas vino de la mano de Sam Cooke, cuando fue su sesionista en Hollywood, año 1957.
En 1963, un bajista faltó a una importante sesión para Capitol Records. Llamaron a Kaye a cubrir su plaza. Ahí fue donde empezó su carrera como bajista, a la sombra de un clásico Fender Precision.
Cuñas publicitarias, bandas sonoras para televisión y cine. Nada se escapaba a esta talentosas dama y sus bases rítmicas. Pero es en la industria discográfica per se que escribió su nombre en mayúsculas. El número de éxitos que han sido grabados por ella es inconcebible. Precisamente es por eso que sorprende que Carol Kaye sea una figura casi anónima para el gran público.
Un breve repaso por su carrera se puede convertir en una experiencia apabullante. Como bajista ha aportado sus vibraciones en los singles Good Vibrations, California Girls, Sloop John B, Help Me, Rhonda, Heroes and Villains (The Beach Boys), Andmoreagain (Love), I’m a Believer, (The Monkees), River Deep – Mountain High (Ike & Tina Turner) y Scarborough Fair/Canticle (Simon and Garfunkel)
También grabó en Something Stupid (Frank and Nancy Sinatra), These Boots Are Made for Walkin’ (Nancy Sinatra), Suspicious Minds (Elvis Presley) y nada menos que en el Mission Impossible Theme. Productores de la talla de Quincy Jones, Phil Spector y Lalo Schifrin, y artistas tales como Ray Charles, Joe Cocker, Sonny & Cher, Leon Russell, Barbra Streisand o Glen Campbell entre otros se vieron beneficiados de tenerla en plantilla.
Su bajo adornó (y de qué manera) uno de los mejores discos de todos los tiempos: Pet Sounds, la obra magna de Brian Wilson. Y aunque parezca increíble, tocó la guitarra de doce cuerdas en algunos temas de esa genial locura de 1965 llamada Freak Out de Frank Zappa & The Mothers of Invention y se ha rumoreado que tocó en la versión de estudio de Light My Fire de The Doors.
Como guitarrista, se lució en temas tan míticos como La Bamba del malogrado Ritchie Valens y el gran You’ve Lost That Lovin’ Feeling de The Righteous Brothers. Las sintonías de series televisivas tan atemporales como Kojak, The Addams Family, M.A.S.H., The Love Boat y Bonanza llevaban su sello personal.
Carol Kaye también se interesó siempre por la enseñanza musical, publicando innumerables libros con métodos didácticos para el bajo eléctrico. Hoy en día sigue escribiendo. Se ha ganado merecidamente un lugar indiscutible en el hall de la fama de los grandes músicos americanos de todos los tiempos. Carol Kaye sigue en las ondas y se mantiene activa en su gran pasión. Su Walking Bass es vigencia e historia viva.
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