Residente: Esa fina línea entre una supuesta genialidad y la autoindulgencia

Residente: Esa fina línea entre una supuesta genialidad y la autoindulgencia
Acaba de lanzar el tema confesional René y su impacto da que pensar


[Ricardo Portmán] @ecosdelvinilo 

René Pérez Joglar AKA Residente es la mitad de Calle 13; es un artista con credibilidad y arrastre para quienes comulguen con su estilo musical y con su discurso. Residente es evidentemente un generador de opinión y un apasionado de su país y su cultura. En su estilo musical es seguramente el que más unanimidad de admiración y respetabilidad tiene. Hasta todos estamos de acuerdo.

Ahora ha lanzado una nueva canción y videoclip, titulado René, el cual ha generado una verdadera ola de aclamación global que a bote pronto me parece sospechosa en estos tiempos de éxitos virtuales. El inicio con la voz materna diciendo «¿Con qué parte del cuerpo jugaban a la pelota los indios taínos?” ya pone en contexto de qué va esto: Viaje al pasado, al origen, a la niñez de su autor, en el marco de un bodegón de imágenes de su país y su universo insular. “Cabeza, rodilla, muslos y cadera” da entrada a Residente, quien rapea sobre un fondo de piano a la que se suman las cuerdas. La música es tan minimalista que yo me pregunto si es un boceto inacabado, falto de retos armónicos. Siendo muy franco, musicalmente es un tema plano.

La lírica abre un claro en el bosque, justificando la declaración de Residente: “Es la canción más importante de mi vida”; comprensiblemente lo es, pero poniendo los sentidos en esto y sobre todo la cordura hay que preguntarse si la canción más importante de “su vida” también lo es de “nuestras vidas”, porque si algo tienen estas canciones tan radicalmente confesionales es que son de su autor y de nadie más, a menos que seas un seguidor acérrimo de su obra, que es cuando se crean esos espejismos llamados “paralelismos” en ese puente artista-público. El ser humano tiene la vieja ambición de ser un poco el centro del universo y en esta pieza se confirma.

René, la canción y el autor, se mueve en esa fina línea entre una supuesta genialidad y la autoindulgencia. Nadie puede negar un intenso tufillo a victimismo en el verso “Desde pequeño quería ser beisbolista, no llegué…”, uno de esos legítimos deseos frustrados que son los mismos de millones pero en su caso se convierte en un drama que deja huella (el vídeo transcurre en un campo de béisbol) y se supone debe generar empatía. El mundo sigue girando y la gente sigue viviendo a pesar de no lograr ciertos sueños deportivos. 

Una noche me sentía muy mal, estaba en Mexico, el estadio esperándome, y yo no quería salir del hotel. Llamé a mami porque quería tirarme del balcón y no sabía porqué. Esa noche llegaba un amigo y se quedó conmigo. Al otro día comencé a escribir este tema”. ¿Esto es una llamada de auxilio desesperada o una amplia vitrina para la autocompasión? ¿Es necesario poner las miserias en el streaming para generar alguna reacción en una sociedad cada vez más insensible, pero muy dada al tremendamente snobista manifiesto del “Me gusta Residente” cuando en muchos casos no se tiene ninguna idea de qué significa realmente lo que canta y lo que es vivir (vivir de verdad, no en resorts) en Latinoamérica? 

El verso quizás más lamentable es el vacío e inmaduro -por fantasioso- “Que no me importan las giras, los discos, los Grammy” (por supuesto importan y por ello hacen campañas de marketing los sellos, lo cual genera ingresos lícitos, que si importan para mantener un estilo de vida y bien por ello). “Yo quiero volver a ser yo” es algo que no depende del escucha, está en él, así como en cada quien que ya tiene sus propias historias como para tragarse crisis existenciales de una estrella musical, porque un jornalero boliviano en el altiplano, un ‘huelepega’ en los cerros de Petare o un buhonero en la Duarte de Santo Domingo seguramente tendrá dramas tangibles y críticos que afectan su supervivencia. 

Década tras década, este tipo de canciones confesionales/lacrimógenas siguen grabándose, para gozo del ego de sus autores. Pero parece que ahora se inventó la rueda con René. ¿Es sincera, real, respetable? Sin duda, porque lo vivido y lo bailado no habrá quien se lo quite a Residente, pero ¿Es ésta una canción como para que se lancen ahora las campanas al vuelo y las loas la califiquen de monumental? No, es simplemente la más reciente, la de actualidad, el trending topic valoradísimo por los fieles de Residente y por aquellos que solo escuchan lo recomendado por Spotify. 

Tina fue apaleada por años por Ike, a Lennon le atropellaron a su madre, Cobain creció en la pobreza extrema, a los Badfinger les arruinaron y dos de su integrantes se ahorcaron, en estos días Duffy confesó que fue raptada, drogada y violada por días… no hay nada nuevo bajo el sol, pero para muchos parece que si.








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