Crítica | Álvaro Suite: Esdrújulo y valiente

Crítica | Álvaro Suite: Esdrújulo y valiente
La Xana
[Spyro Music
★★


[Teresa Cerón López] @ecosdelvinilo | @terethali

Es difícil no recomendar a alguien que se compre La Xana, el flamante disco de Álvaro Suite (en vez de quedarse en las escuchas de Spotify, se entiende), cuando una se sorprende absorta, vinilo en mano, contemplando una portada que transmite luz, verano y libertad.

Pero lo mejor de La Xana es que su contenido sobrepasa al continente. Y es que el disco suena a música celestial; suena a madurez, a saber lo que se quiere transmitir en todo momento sin ser excesivamente complaciente con el oyente. La Xana suena a trabajo elaborado (muy bien elaborado me atrevería a decir) gestado desde lo más alto de una atalaya inexpugnable llamada R&R, desde la que Álvaro se encuentra hace muchos años como mano derecha y guitarra principal de Enrique Bunbury.

Suite ha sido capaz de dar pista abierta a diez canciones que no precisan de muchas escuchas para gustar, pero su mérito no es ese, lo realmente loable es que en ningún momento echa mano a estribillos pegajosos y se esfuerza  en cantar alejándose de Enrique, con quien su voz empasta a la perfección. Álvaro Suite es fiel a su esencia, lo demuestra con creces en este trabajo sin resultar pretencioso; de hecho, cuando termina el elepé y las canciones han reposado, una se percata de que el sevillano no es un compositor de tres al cuarto.

En La Xana hay añoranza por un pasado que se escapó entre los dedos en la brillante Loopdrama; arreglos de gran riqueza en Mientras Duermes; un homenaje sentido al fallecido Antonio Vegas que cuenta con la colaboración de Coque Malla en las voces, y sobre el que planea el fantasma de Vega, al que imaginamos  emocionado mirando hacia un punto indeterminado del horizonte mientras los escucha cantar.

Dices puede darte mucho calor resoplada por la voz del Álvaro más sensual y juguetón; una travesía por el tiempo salpicada por ecos  de Héroes, es La Dama Que Amé; una canción que ahonda en sonoridades familiares. Redonda, soleada, confortable…..En definitiva, “muy Suite”.

Paco Loco como maestro de ceremonias ha jugado un papel importantísimo mientras duró la grabación del disco; su labor como productor ha sido encomiable, pero Suite no ha estado solo. Al gran Víctor Cabezuelo se le otorgó licencia para dar rienda suelta a su buen hacer con los sintetizadores, Julián Maeso hizo lo propio a los teclados; por no hablar de los dos fieles compañeros de batallas del músico: Robert “Revólver” y Ramon Gacías.

Juanjo Azagra, su hermano Chencho y Emilio Losada completan un tándem de lujo que se luce en Como La Espuma, uno de los cortes centrales del disco por derecho propio. El tema abre y cierra con adictiva chulería acompañado por un videoclip tan sencillo como juguetón, en el que un Álvaro enfundado en un impoluto traje rosa, canta a un amor que igual que sube, desciende espumoso. Una reflexión sin acartonar es Tu Silencio; en ella resuenan coros semejantes al de una banda de ángeles caídos intentando traspasar la pena y el vacío que produce la soledad del presente. 

Justo después, nos regala  Parque Rubén Darío, una canción que esconde detrás una historia de recuerdos y emociones, que exige ser escuchada. Podríamos compararla con un pequeño diamante; una composición fuera de tiempo y catalogación a la que hacerle reverencia. Y ahí llega, casi en el último tramo, Jaula de Oro, en la que los versos encajan y brillan. La música es la auténtica protagonista de esta producción, marca el pulso pero sin arrastrar la poesía; más bien la contiene, para que la verborrea no se adueñe del encantamiento musical. Jaula de Oro es una canción bien pulida, de las que deja huella, transitando por nuestro cerebro como si de un viejo fotograma se tratase.

La Xana termina con De Cenizas, pura mesura arropada por un colchón de cuerdas y  la inconfundible guitarra de Álvaro. Se canta a un amor agrietado, es cierto, pero sin perder brillo ni luz. El tema está pulido, posee gancho y fiebre representando a la perfección el buen engranaje del disco. El punto y final de un elepé que puede escucharse de un tirón fácilmente gracias a un factor aglutinante: El talento de un artista que sabe reinventarse porque es esdrújulo y valiente.








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