Les compartimos nuestra conversación con Diana Palazón y Chema León, las dos columnas de Hércules de León Impala
[Ricardo Portmán] @ecosdelvinilo
León Impala es de esos proyectos que te remueven, que te siembran inquietudes y te alejan de las fórmulas. Ellos son Diana Palazón y Chema León, actores reconocidos que se dejan la piel en los platós y se dejan el alma en las canciones de su nuevo disco El Plan, un trabajo coherente, muy serio, cargado de conceptos humanísticos y sonidos rotundos que nos llevan de la mano a referentes como Mogwai, Sigur Ros o Slowdive, pero que solo son atisbos de un estilo que es totalmente suyo.
Hemos podido hablar con Diana y Chema en Madrid, en una cafetería de ambiente vintage, lo cual nos mantiene alineados con una conversación que se desarrolla a lomos de conceptos universales de vieja data y sobre aquellas influencias de inicios de los noventas que les dieron a León Impala el músculo y la idea para hoy sonar atemporales.
Ricardo Portmán: Vuestro sonido da la sensación de llevarte lejos ¿Es ese concepto, el viaje, el que quizás mejor represente a León Impala?
Diana Palazón: Así es. No necesariamente lejos en distancia, sino lejos también hacia el interior. Puedes hacerlo hacia dentro y hacia fuera, tiene esas dos lecturas,
Chema León: Puede ser un viaje muy terrenal y también puede ser un viaje más espiritual, siempre está esa dualidad ahí, la dualidad tiene mucho que ver no solo con los significados musicales o las letras, porque hay canciones que en sí mismas poseen esa dualidad, desde la calma más absoluta hasta los muros de ruido… desde sonidos más intensos a canciones absolutamente delicadas… hay partes más agresivas, otras más luminosas. El tema de la dualidad viaja con nosotros.
RP: Qué llego primero a vuestras vidas. ¿El amor por la actuación o por la música?
DP: Para mi, ser actriz; la música para mí es algo totalmente nuevo… llegó primero el amor por la interpretación. Desde muy pequeñita, pero mientras estudiaba arte dramático me dio por el piano, pero estudiarlo me pedía muchas horas, mucha dedicación y yo estaba completamente metida en el mundo de la actuación. Entonces cuando hemos iniciado la banda inicialmente solo iba a ser voz pero yo me dije que también podía tocar teclado, aquello me quedó pendiente.
CL: A mi llegó primero la música. Yo por ejemplo empecé a tocar la guitarra con un profesor que me marcó mucho, porque era muy rockero, murió hace poco de cáncer, era de mi pueblo en La Rioja que había tenido un grupo en los setentas, era un pionero. Yo empecé con él en la música y con él recuerdo que fui a comprar mi primera guitarra eléctrica a Logroño, lo cual con doce años era todo un viaje iniciático. Compré una Squier de las de aquella época y un amplificador Fender, y yo con esa edad ya estaba escribiendo letras y componiendo, además tenía un bajo, y tuve grupos con quince o dieciséis años. Yo era muy grunge, muy fan de Nirvana, esto lo viví muy cerca. Sin embargo ya con dieciséis, diecisiete o dieciocho años empecé a hacer teatro y entonces era mundo de la música se quedó apartado. Estudié arte dramático en la universidad, aquí en Madrid, y entonces la actuación ocupó todo mi mundo. Ya cuando he podido es que regresé a este sueño mío de formar una banda, hace unos años.
RP: Los primeros referentes a los que me remite vuestro sonido es Slowdive y Sigur Ros ¿Cuáles son vuestras influencias?
CL: Sigur Ros es un referente fundamental, pero es verdad que los referentes van mutando, como moviéndose. Sigur Ros y Mogwai tienen mucho que ver con nuestro recorrido vital, pero quizás musicalmente se identifican más con el EP anterior, que es un poco más épico. Ahora hemos dado un paso más allá, con las voces incluso con el tipo de composición y los estribillos. Es primo hermano de lo que estábamos haciendo en el primer EP, pero creemos que estamos más cerca de encontrar nuestro lugar, y ahí puede haber un lugar más cercano a My Bloody Valentine o Slowdive. Y nos cuesta encontrar referencias españolas… somos realmente más de referencias anglosajonas.
RP: La Grieta fue vuestro Ep Debut ¿Qué les enseñó aquel disco?
DP: Nos enseñó el camino a donde ir. Es precioso porque cuando haces algo así, haces un disco, después que lo escuchas has aprendido algo… y lo que me pasó con La Grieta es que lo escuchamos, estábamos encantados, era nuestro primer material… luego oímos el tema Cristal, que no estaba incluido, y ya empezaba a girar hacia otro lado y la terminamos incluyendo el disco actual. Nos hizo girar hacia un sitio que nos interesaba mucho.
También nos enseñó mucho de las voces, que hasta que no lo tienes hecho es que tienes la conciencia de como las voces se pueden acoplar, ves como las puedes aprovechar, nos hacía trabajar mucho más en ello…
CL: Para mí hay un cosa clara es que en el EP tocaba mucho la guitarra con el arco, adaptada para ello, y en el EP este sonido de guitarra con arco fue un eje conductor. En cambio en El Plan no la toqué así, no por una decisión personal sino por la propia necesidad de la música. En los directos casi no va a estar este arco y es una pena porque me encanta, he tocado violín por años, pero ahora que las canciones han perdido esa faceta más progresiva ya no tiene cabida. Yo como guitarrista entré en la parte del punteo y de los delays, por eso quizás el material tiene ese sabor a Slowdive. Esto es una marca de cómo el disco a evolucionado, llevándonos de lo progresivo a lo dream y shoegaze.
RP: El Plan salió el viernes 29 de noviembre ¿Qué expectativas tenéis sobre la recepción del disco, tanto por la prensa especializada como con el público?
DP: Intentamos no tener muchas expectativas en general en la vida, en la música y en todo. Lo que pasa es que tenemos ya un recorrido como actores y por la experiencia acumulada sabemos de qué va esto. Las expectativas no sirven para nada, solo para frustrarte. Quieras que no tú deseas que el disco le guste a la gente, y a la prensa especializada, y el disco tenga un lugar especial. Los que debes hacer sobre lo que esperas es respirar profundo, soltar y saber que lo que estas haciendo es lo que quieres hacer. Que eres honesto con lo que quieres hacer. Y con el disco que tenemos en las manos estamos muy contentos porque aquí, en este disco, está lo que realmente queríamos hacer. Este es un recorrido de investigación y de crecer.
CL: Estamos en el camino… hemos apostado por algo que habla mucho de nosotros y de nuestras ganas de contar algo y hacerlo de la manera que realmente nos apetecía. Cuando eres actor eres un poco mercenario porque trabajas en proyectos que son historias que han escrito otros y que te dan para que tu las llenes de carne y hueso… en este caso del disco sí son historias nuestras, les damos la forma a nosotros nos nace y como las sentimos. Esta no es una forma tan comercial, particularmente en España, porque si el disco estuviera en inglés y fuéramos de Bristol quizás tendría un reconocimiento que aquí es difícil de conseguir… con el respecto al público podemos estar en un rollo indie pero quizás no tenemos la facilidad de escucha que tiene Viva Suecia por ejemplo, pero podemos estar dentro del mismo camino… un camino abierto por Vetusta Morla o Viva Suecia. Nosotros hemos apostado por el no-estribillo, el colocar un muro de sonido donde estaría un estribillo pegadizo, en vez de irnos por la vía de dejar un sonido más desnudo que fuera solo pop.
DP: En el disco estás en todo el proceso, te involucras en todo, desde el minuto uno hasta el último, es como si fuera tu cumpleaños todo el rato. A diferencia de los procesos en la actuación… donde estas solo en una parte del proceso.
RP: Si La Grieta fue vuestro “nacimiento” El Plan es vuestro…
DP: El Plan para mi tiene que ver con preguntarse quien a trazado el plan… ¿Lo ha trazado la vida, lo has trazado tú? ¿Hay de verdad un plan trazado? Yo no tengo la respuesta, ni la tiene nadie, pero sé la pregunta… es algo como que uno propone y la vida dispone, uno puede tener sus planes pero luego llega la vida y dice “no, no, tú podrás tener tus planes, pero es por aquí”. Esto es lo que me fascina de la vida… que ella tiene sus propios planes.
CL: Si La Grieta fue el nacimiento pues El Plan, no diré la madurez, porque todavía no lo sabemos, pero si que El Plan puede ser el encuentro con nosotros mismos…
DP: O emprender el viaje, es ponerse la mochila y empezar a caminar…
CL: Es sentir que hemos encontrado un lugar en común…
RP: Se podría decir que el proceso de creación y grabación del disco intuyo que os ha llevado a conocer un poco más a vosotros mismos
DP: Totalmente… como músicos y como personas. Es lo que tienen todos los proyectos artísticos, que en realidad tu empiezas y hay algo que aparece en el camino…
CL: Sin dejar de lado nuestra referencias sonoras, hay una parte como más personal. Las influencias están más en un grado inconsciente.
RP: Canción del Desierto es el single principal de El Plan. ¿Es la canción que mejor representa a León Impala hoy?
DP: Yo creo que no. Hay varias canciones que si lo hacen pero había que sacar un single, no se podían sacar varios, o si se pueden editar varios pero ahora queríamos enfocarnos en este primer sencillo…
CL: Luego hay canciones más personales, como La Piedra y Las Luz o León incluso, que de alguna manera defienden este concepto de la dualidad… este no tiene que ser un disco lleno de singles y canciones más dream, más intensas pueden convivir con temas más pegadizos…
RP: ¿Qué tipo de emociones les dan material para componer?
DP: Nos inspira lo que tiene que ver con el ser humano en todas sus facetas internas. Tiene que ver con las preguntas que decía antes cuando hablábamos de El Plan, tiene que ver con las preguntas que no están resueltas… siempre surge el no saber porque estamos aquí, ni hacia donde vamos, ni de donde venimos, ni que somos… esas preguntas por mucho que la gente o las religiones quieran explicarlas en realidad, si uno mira para dentro, no lo sabe… esto es algo universal. A mi esto me inspira muchísimo. También el conócete a tí mismo…
CL: Podemos cantar sobre cosa muy concretas, sobre miedo, desamor, pero en vez de hacer que las canciones estén centradas en estas historias nosotros hacemos que entren más en esa parte más humana y más abstracta. Hacemos las letras a un poco a medias, Diana les da su enfoque más humanista y yo tiendo a darle su toque más de tierra y ahí encontramos un lugar común.
DP: Y hablamos de lo divino… hablamos del amor, el desamor, del miedo, pero lo hacemos desde la propia raíz…
RP: ¿Qué matices han aportado Queque Maroto y Ester Rodríguez al sonido actual de León Impala?
DP: Queque Maroto lleva con nosotros tres años, prácticamente desde que nació León Impala, y la verdad es que nosotros estamos súper agradecidos porque desde el minuto uno fue parte de la familia, y aparte de ser un baterista maravilloso es una persona que aporta tanta facilidad… crea un ambiente que es inmenso. Es un músico rapidísimo y trabaja muchísimo,
CL: Se adapta muy bien, porque Diana y yo vamos marcando las directrices y a pesar que él tiene unas referencias más de Muse y otros tipos de sonidos termina adaptándose muy bien a nuestro estilo. A nivel personal él es un regalo.
DP: Por su parte Ester se acaba de incorporar, para cuando presentados el EP en la Sala El Sol. Ester es amiga mía desde hace muchos años, nos conocimos en una obra de teatro donde ella era música, tocaban en directo durante la obra. Ella también toca la guitarra y canta y en el disco ha hecho coros. Un día comiendo con ella me comenta que se había pasado al bajo y entonces le dije que necesitábamos un bajo en la banda.
CL: Ella es muy buena instrumentista. Yo no soy aficionado a los grandes exhibicionismos musicales, a los grandes virtuosos, apuesto por la sencillez… somos más de la estética del sonido y eso hace que trabajar con nosotros, instrumentalmente, sea muy sencillo… si tienes gusto, porque nos basamos también en el gusto a la hora de tocar.
DP: Ester es la que tiene más recorrido musical de todos nosotros, porque ella se ha dedicado toda la vida a esto… a estado en un montón de formaciones y también nos ha aportado eso: la experiencia.
RP: Hablemos de discos ¿Recordáis cuál fue el primer y el último disco que han comprado?
CL: El último que compramos fue el de Mogwai, Every Country’s Sun, en físico, en CD. El primer disco que me compré, con unos doce años, fue de Public Enemy, el de la calavera, Muse Sick-n-Hour Mess Age. Yo tengo muchos discos que no compraba porque tengo dos hermanos mayores, y yo tenía cantidad de discos de The Clash, Nirvana, Leonard Cohen, The Who, Police… Aunque yo me rebelaba escuchando Public Enemy.
DP: El primer disco que compré fue uno de Mecano.
RP: Para cerrar, si tuvieran que elegir con que premio se quedarse: un Oscar o un Grammy ¿Cuál sería?
CL: Yo, si tuviera que elegir de qué vivir, ahora mismo, yo viviría de León Impala, pero si tuviera que elegir cuál premio ganar elegiría curiosamente el Oscar.
DP: A mí el Grammy me haría más ilusión, porque éste es un proyecto muy nuestro, es como si fuera tu hijo, pero ahora reflexionando mientras te contesto y me dio cuenta que no, que con cualquiera de los dos premios sería una bendición. ¡Pues los dos! |
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