Crítica | Nunatak: La simbiosis perfecta

Nunatak y Las Flores Salvajes
[Warner
★★



[Priscilla Mieses] @ecosdelvinilo

Una entrañable virtud carga de energía y suavidad cada cosa que este grupo cartagenero toca. Este pasado 25 de Octubre lanzaron al mercado su último disco Nunatak y Las Flores Salvajes, bajo la tutela de la casa Warner Music Spain. La simpleza y precisa lírica  de su cuarta producción apela no tan solo a los oídos que ciegamente escuchan, sino también al corazón que oye atento. En presencia viva, Alex Dumdaca y Adrián Gutiérrez son dos almas desentendidas de su total genialidad, se sientan en la preescucha y comparten las historias que conforman su propuesta. Nos ponen en el contexto de un viaje al sonido que crece y madura.

El disco se divide en tres partes, abriendo con el primer sencillo Quiero que Arda, escrito por Pedro Hernández. La grandeza instrumental del álbum va tomando forma en orden casi cronológico, compitiendo cada canción con la siguiente, destacando el sonido alegre de Coge mi mano y la participación del violín en Todas Las Campanas. Nunatak revela su entereza musical y atención al detalle con el magistral acompañamiento de Los Auroros de Nuestra Señora del Rosario del Rincón de Seca para los coros de Hijo de La Tierra, y los elaborados arreglos de la guitarra eléctrica de Criminal de Guerra, dando así, un paso acertado en su carrera.

Ya he ganado, canción que cierra los diez tracks del disco, ganó todo. Sutil, cautivante y emotiva. Una carta dirigida directo al querer. Desde aquí, pareciera solo verse éxito tras éxito en el futuro de Nunatak y esperamos que sea así.










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