Bob Dylan y el Rey del Calipso

La primera sesión de grabación del cantautor de Minnesota 



[Ricardo Portmán] @ecosdelvinilo

Las primeras veces nunca se olvidan, para bien o para mal. En el caso de Bob Dylan su primera sesión de gradación profesional remunerada fue para Harry Belafonte. Un jovencito Dylan se encontraba en los días de lucha por abrirse camino y hacerse un nombre en el competitivo ambiente folk del Greenwich Village, cuando fue contactado para tocar la armónica en el disco Midnight Special del cantante de origen jamaiquino. Nadie se pone de acuerdo sobre la fecha exacta de la sesión (unas fuentes indican que fue en junio, otras que en octubre) pero la más aceptada es el 24 de abril de 1961. 


Belafonte y su productor Hugo Montenegro buscaban un sonido diferente, más contundente y directo. Para ello se sirvieron de las habilidades de Bob a la armónica, pero lo que no contaban era que el de Minnesota se cansaría tan rápido de la disciplina y monotonía de una grabación. Sólo llegó a tocar en el tema que da título al álbum, recibió la paga de cincuenta dólares y hasta luego. Belafonte insistía tanto en repetir toma tras toma, buscando la perfección, que terminó por agotar la escasa paciencia de Dylan. El malhumorado jovencito tiró la toalla tras una hora de trabajo y siguió su camino. El disco terminaría publicándose al año siguiente. Lo cierto es que la historia de Dylan en los estudios tuvo su bautismo de fuego junto al El Rey del Calipso. Curiosos caprichos del destino.





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