U2 contra U2: esos días pre-Achtung Baby

«One nos cayó como llovida del cielo…»


[Ricardo Portmán]

Al cerrar el ciclo de oro del Joshua Tree/Rattle & Hum, nuestros irlandeses favoritos se encontraron en una encrucijada. Entraban los noventas y las visagras de la banda comenzaban a necesitar nuevos lubricantes. Los siempre inquietos Bono y The Edge buscaban nuevos sonidos; los maquinistas de U2, Mullen y Clayton, tan sencillo como que no buscaban nada. Estos convulsos días de negociación y tomas falsas están reflejados de una manera ciertamente impresionista en su biografía U2 Por U2 (Harper Collins Publishers Ltd. / RBA Libros). Sin más rodeos, les dejo un interesante extracto de tan recomendable libro.






«EDGE: Fuimos a Berlín con un montón de ideas, aunque la mayoría de ellas eran esquemáticas y poco desarrolladas. Había orientaciones e indicios que esperábamos se convirtieran en canciones  hechas y derechas, después de darles vueltas durante los ensayos pero, desgraciadamente, como muchas de ellas surgieron de orígenes poco habituales -a veces cajas de tirmos, a veces simplemente sonidos extraños-, no sonaban demasiado bien cuando el grupo intentaba interpretarlas. Pasamos por una fase difícil en la que las cosas no funcionaron y hubo dos formas  de analizarlo. Adam y Larry estaban convencidos de que las ideas para las canciones eran una mierda, y Bono y yo pensábamos que el error estaba en el grupo.


LARRY: Creí que eso sería el final. Habíamos pasado por situaciones duras antes y habíamos encontrado el camino, pero siempre había sido más allá de las influencias contra las que luchábamos. Por primera vez, parecía que las grietas estaban dentro del grupo. Y esto se convertía en una situación mucho más difícil de negociar.

BONO: Lo que creímos eran finas grietas que fácilmente se unirían resultaron ser más importantes de lo que parecían. Los muros necesitaban ser apuntalados, teníamos que establecer una nueva base o la casa se caería. De hecho, todo a nuestro alrededor se estaba derrumbando. Teníamos facturas de hoteles acumuladas y los profesionales del equipo observaban nuestra irregularidad, rascándose la cabeza y preguntándose si quizás hubiera sido mejor trabajar con Bruce Springsteen. Nos encontramos cara a cara con nuestras limitaciones como grupo a muchos niveles, tanto de interpretación como de composición. Cuando estás en medio del mar lo mejor que puedes hacer es buscar lo más rápido posible un trozo de tierra seca. Por eso creo que Larry y Adam estaban preocupados: «¿Alguien dijo que éramos un grupo de rock? Dejemos de perder el tiempo con toda esta música electrónica, volvamos a hacer lo que hacíamos. Al fin y al cabo, todas estas historias experimentales no funcionan demasiado bien, ¿no? Y, por cierto, A Clockwork Orange era una mierda». Ocurría algo así.

LARRY: Antes, cuando componíamos música, estábamos en una sala tocando y las discusiones estaban en la línea de: «A mí no me gusta esta parte en concreto, intenta tocar otra cosa». Parecía que había consenso. Empezábamos una página en blanco, quizás simplemente con una melodía de guitarra, un riff o una idea vocal. Así que comenzábamos en el mismo punto y acabábamos en el mismo punto. Sin página en blanco, los parámetros  ya estaban establecidos, por cajas de ritmos, loops y pistas de sintetizador. Y resulta difícil acostumbrarse a nuevas normas cuando no las comprendes.

PAUL McGUINNESS: No es nada fácil formar parte de U2. Obviamente, las recompensas son considerables, tanto artística como económicamente, pero Larry y Adam, en concreto, tenían la sensación de no hacer nada. Sin embargo, su opinión crítica era crucial y muy considerada.

ADAM: No llegamos a ningún sitio hasta que One nos cayó como llovida del cielo y de pronto dimos con el ritmo.

BONO: Quizá «genial» es lo que pasa cuando «muy bien» se agota. Hicimos algunas pruebas, cerramos los ojos y llegó One