Ready To Die
[Fat Possum/Pias]
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El bueno de Iggy Popse niega a dejar morir con dignidad su propio mito. De esa banda llamada The Stooges sólo queda el nombre, algunas contorsiones y poco más. La fuerza trata (vano intento) de sobrevolar el cauce seco de su inspiración de antaño.
La hecatombe de su anterior producción The Weirdness (2007) no fue suficiente. Iggy necesitaba más piedras para tropezar por enésima vez. Sacarse un as de su manga de nombre James Williamson en la teoría era la panacea ideal; en la práctica, sólo un placebo.
¿Quiso Iggy recrear el sonido del gran Raw Power de 1973? Es probable. Los laberintos en la mente del cantante son cada vez más intrincados y ásperos (tanto como su agrio carácter). Comprenderlo es una tarea ingrata y a estas alturas, inútil.
Ready To Die es anodino y pedante. Una variopinta colección de clichés musicales lo anestesian todo, convirtiendo cada pista en una triste procesión. Este disco es un claro ejemplo de cómo se toma una plantilla de composición estándar para seguir rellenando el insaciable ego de Iggy Pop cual pavo de pascua.
Están los galones. Permanecen las ganas. Quizás hasta algo de la rabia sigue tibia, pero no basta. La música es arte y sin arte sólo queda testosterona. Ready To Die hace honor a su título. Más listos que nunca para morir. Nada más.
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