«En el 2012, Patti Smith decide avisarle al mundo que todavía continua…»
Por Jéssica Signoretta
“Jesús murió por los pecados de alguien, pero no por los míos” seguramente es la frase más relevante que Patti Smith plasmó en 1975, en su disco Horses, en la canción Gloria.
Sí. Patti Smith. Aquella mujer de cabellos al viento que sacó Banga en el 2012, y que es el ícono vivo del Feminismo y del Rock que construyó parte de la historia. Y no solo del Rock sino también de la escritura.
Patti Smith es una de las artistas populares que logró adoptar el sonido y el formato de sus canciones a su propia poesía y capaz de utilizar el Rock como vehículo para expresar sus intenciones literarias, basadas por cierto, en emociones dignas de todo ser humano. Nacida en Chicago en 1946, con una infancia enfermiza y una adolescencia complicada, encontró la base de su expresión en el libro de Artur Rimbaud, “Iluminación”, como si quisiera concluir el título. “Poseía una inteligencia irreverente que me estimulaba y lo adopté como compañero, pariente e incluso amor secreto. Rimbaud tenía las llaves de un lenguaje místico que yo devoraba pese a no poder descifrarlo del todo. Por Rimbaud escribí y soñé. Se convirtió en mi arcángel y me salvó del horror de la tediosa vida obrera. Sus manos habían cincelado un manual del paraíso y yo las asía con fuerza. Escaparíamos juntos”. A partir de ese momento, inculcarse en el mundo de la música le dio el empujón final, haciendo del rock and roll el punto para terminar de expresar su inestabilidad. “El rock and roll sigue siendo muy necesario hoy. Hay pocas formas de arte tan accesible, sencilla y directa. El rock and roll supo aunar diversión, revolución, sexualidad… Me siento muy orgullosa de que se me asocie con el movimiento del punk-rock, porque fue una fuerza muy poderosa”.
El emblema del Feminismo, después de Janis Joplin, sacó cuatro discos en cuatro años. En 1975 lanza Horses, uno de sus discos estrellas más analizado por los críticos. Radio Ethiopia es lanzado en 1976, Easter en 1978 y Wave en 1979. Hasta que en 1980, su matrimonio con el guitarrista de MC5, Fred ‘Sonic’ Smith la alejó de la industria musical pero en 1988 se dio cuenta que tenía aún mucho por decir, lo que la lleva a lanzar Dream of life y luego People have the power.
El punto en hacer un leve repaso de la carrera musical de Patti Smith es ubicar su consagración mundial. Componer canciones basándose en un tipo específico de poesía es todo un reto, y aún más que suene bien, agregando el contenido social de sus letras, que pueden llegar a tomarse como documentos históricos de décadas pasadas.
En el 2012, Patti Smith decide avisarle al mundo que todavía continua, y de paso, hacerle escuchar aquel rock valioso que hoy en día más de uno no quisiera que se pierda. Banga es su undécimo álbum de estudio, y porque no, el más complejo de sus composiciones. La cantante y poetisa, ganadora de un Polar Prise, vuelve a mostrar aquella manera de entender el rock desde las entrañas. Un disco que tiene como espina dorsal la libertad y la poesía, muestra claramente aquellos valores que en la actualidad pueden estar en juego y que la música puede volver a poner en marcha.
Esta nota podría ser más extensa, detallando cada canción de Banga. Sin embargo el libre albedrío que presenta leer poesía también presenta el disco de Patti. Las experiencias personales de cada escucha son la principal ruta para la interpretación, lo que lo hace exclusivo. Mientras tanto, Patti Smith es la moraleja, del cambio que puede hacer la música y el arte en la vida de los seres humanos, y que los clásicos siguen, a través de las décadas, marcando el rumbo. ¿Por algo son clásicos, no?
Cita1: extraída de ‘Just kids’ (‘Éramos unos niños’), una autobiografía publicada en 2010 por Lumen.
Cita2: extraída de entrevista realizada por 20 minutos.
Jéssica Signoretta
Periodista especializada en música.
Colaboradora exclusiva de ecosdelvinilo.blogspot.com
Argentina
sintoniamericana.blogspot.com
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