Concierto | Viva Belgrado: En su centro

Concierto | Viva Belgrado: En su centro

Andrea Colino nos relata su presentación en el Inverfest de Madrid

[Andrea Colino] @ecosdelvinilo | @andreaacolino

Decir que una demostración en vivo de Cancionero de los Cielos al completo no estaba en mis planes de futuro deseados, sería una atenuación. Después de una semana dedicada a aprender a querer el nuevo disco de Viva Belgrado, llegó el viernes 2 de febrero y yo sinceramente me eché a temblar. Tenía miedo de verme en un evento monopolizado por los nuevos comienzos como si el pasado de la banda hubiese resultado en un borrón y cuenta nueva. Tenía miedo de que fuese una excusa para dejar atrás públicamente sus demás obras y moverse hacia adelante en una trayectoria marcada por el éxito mediático tras el boom de su nuevo trabajo. Me equivocaba, y de qué manera. 

La noche comenzó alrededor de las 20, cuando poco a poco La Paqui fue llenándose a cuentagotas del público más diverso que he tenido el placer de presenciar en un concierto de sala. Esto me llamó en especial la atención, y los primeros minutos de espera se me hicieron más amenos mientras me daba cuenta de lo mucho que puedo llegar a prejuzgar a alguien por cómo se presenta físicamente. Desde gente joven a grupos de amigos en sus 50, desde metaleros a gente vestida con básicos de armario, desde el más llamativo al más desapercibido. Un mar de brillante naturaleza heterogénea. 

Boneflower

Antes de que llegase el momento del gran acto de la velada, Boneflower abrieron boca ese día de la mejor manera. De su mano, tuvimos la suerte de ver un auténtico proceso de desahogo a presión ante nosotros. Salieron al escenario mirando abajo, vestidos de negro y casi ocultos entre las sombras, para luego confundirnos al convertirse en fieras del rock más desgarrador. A ratos simplemente tres chavales, a ratos poderosas fuerzas de la escena post-hardcore nacional.

Foto: Andrea Colino

Un roce de la púa contra las cuerdas de su guitarra, y Erik Montejo ya nos tenía dentro. Acompañado por un sonido grueso pero limpio del bajo de Rubén Desán, con un paso marcado en catarsis a las baquetas de Jaime Díaz, la voz de Erik agonizaba aunque demasiado baja de volumen. Tocaron un repertorio celebrado y escuchado con atención. Su concierto fue uno gozado plenamente por la audiencia, a pesar de la anticipación a lo que venía después, y su actitud para con todos los presentes fue de absoluto agradecimiento por la oportunidad de estar allí. 

De nuevo se daba el contraste que tanto vemos en la escena, un fenómeno entrañable y curioso liderado por el cantante de la banda, quien camaleónicamente saltaba y gritaba, para luego susurrar y agradecer. Un concierto homenaje a la confianza que los cordobeses han tenido en ellos desde siempre, además del disfrute que supuso su gran espectáculo. 

Viva Belgrado

Desde siempre he sabido que estos cordobeses tienen una conexión especial con su público, en el que me incluyo desde hace años, pero el pasado viernes fue la primera vez que realmente palpé el ambiente de sus devotos. Su vuelta a los escenarios madrileños se recibió con calidez, con admiración por su resiliencia en una industria áspera e incómoda, y sobre todo con respeto por su arte y la nueva dirección que este ha tomado. Fue refrescante sentir la cercanía compartida entre banda y audiencia después de haber captado su nuevo trabajo como uno algo más frío.

Foto: Andrea Colino

Tras una breve pausa y una inquietante rociada de rosas azules sobre el escenario, los reyes del andalusian-west emo salieron por fin a dar su espectáculo más esperado en años. A mí se me salía el corazón por la boca pensando todavía que Cancionero de los Cielos de principio a fin sería la banda sonora de la noche, pero en cuanto escuché el primer sintetizador y acorde de Perfect Blue, exhalé tranquila. Aunque Cándido, para sorpresa de todos, la cantase desafinada por completo. Una elección consciente, yo creo, porque ningún vocalista con un mínimo de oído algo de práctica desafina una canción entera sin querer. El por qué, nunca lo sabremos.

El resto del directo fue impecable. Guitarras compenetradas, brillantes e icónicas del letrista y vocalista Cándido Gálvez y el guitarrista Pedro Ruíz resonaban en canciones como Annapurnas, de su segundo disco Ulises (2016), un regalo de los mismos cielos. El bajo impecable y presente de la mano de un Ángel Madueño tímido y de espaldas al público pero absolutamente entregado en temas como El Cristo de los Faroles cuando el contrabajo acústico de estudio pasó a sonar eléctrico en directo, sin perder la magia. 

Foto: Andrea Colino

Una batería inteligente y compleja, rebelde pero medida a las impecables manos de Álvaro Moreno marcaba los ritmos y la actitud, esta última incluso más imprescindible que la primera en el género del que hablamos. Era su pulso el que determinaba la energía, en canciones de tempo elaborado y cambiante como Vernissage. 

La voz, salvando la desastrosa Perfect Blue, fue un impecable sollozo, como solo pocos saben hacer incluido el letrista y vocalista de la banda, Cándido. En tres ocasiones, complementada con otras tres voces: invitados especiales a la velada como Erik Urano, cantando sus versos en Jupiter and Beyond the Infinite, y Sara Zozaya con sus susurradas últimas frases de Nana de la Luna Pena. También Erik Montejo, vocalista de Boneflower, ayudando a pegar cuatro gritos acercándose al final del concierto. 

Foto: Andrea Colino

Su repertorio fue mejor de lo que me podría haber esperado nunca. Variado, completo, reminiscente e innovador. Un Relato, De Carne y Flor, Ravenala, Una Soga, Báltica. Con este concierto, Viva Belgrado viajaron a 2014, se dieron un abrazo, les sonrieron a quienes se dejaban (y siguen dejándose) los pulmones gritando “Es el precio a pagar” y miraron hacia adelante. Hicieron de La Paqui su casa, del público su familia, y del momento el suyo. Volvieron a encontrar su centro, y fue un gesto precioso con ellos y su legado. Uno lleno de bonitas canciones. |

Foto: Andrea Colino
Foto: Andrea Colino
Foto: Andrea Colino
Foto: Andrea Colino
Foto: Andrea Colino

Sobre la autora del artículo:

ANDREA COLINO: Inspirada, apasionada, bastante intensa y aprendiendo a compartir todo ello con el mundo. – @andreaacolino | @andreaacolinoph

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