Crítica | Ricardo Portman: Una cálida carta a las raíces, un sólido camino hacia el futuro

Crítica | Ricardo Portman: Una cálida carta a las raíces, un sólido camino hacia el futuro


[Andrea Colino] @ecosdelvinilo | @andreaacolino

Los artistas que se nutrieron de todo lo bueno se huelen a kilómetros, y Ricardo Portman es uno de ellos. Su nuevo EP Bonfire Coast es el pulido culmen de su aprendizaje como lifelong melómano, pero también es un bonito siguiente paso hacia una construcción muy conseguida de su propio sonido. 

Dos extremos del mundo se funden juntos como mantequilla derretida por el sol en las seis canciones que conforman este disco; lo americano y lo inglés se mimetiza y crea un folk-rock con guiños al blues y al pop-rock inglés. De esta manera, Portman no olvida nunca de dónde viene, mientras crea activamente el camino hacia donde va. 

Por alguna razón Bonfire Coast me lleva a asociarlo con el color naranja cuando lo escucho. Tal vez es porque lo siento como un cálido soplo reconfortante en un mar de frío y superficialidad. Esta recopilación de canciones es honesta y acogedora, tanto en calidad sonora (gracias a la presencia constante de la familia instrumental acústica) como en mensaje, y lo mejor es que tan solo con su musicalidad consigue transmitir justo eso. 

Abre con el single Hold On, en el que una voz rasgada que aporta a la sonoridad acústica del blues americano es mecida por una melodía bastante Beatle-esque que nos evoca al rock inglés de los años 60 o 70. Uno de los tantos ejemplos de esta inteligente fusión de potentes influencias en la que Ricardo se ha apoyado para desarrollar su arte. 

Seguido del folky-blues Midnite Radio, que cuenta con un americanizado punteo de la mano del propio Ricardo (como cada fragmento y mínimo detalle del disco) y al cual le sigue You Gotta Burn. En mi opinión una referencia a los aclamados Rolling Stones, tanto conceptual como sonoramente. Esta canción es (paradójicamente) slow-burn, pues te obliga a pausar y disfrutar despacio de cada detalle de ella, como del lick descendente entre verso y verso que a mí me ha conquistado el alma. 

Un Solitude Blues – Revisited con una guitarra acústica sin compañía da comienzo a la segunda mitad del EP, y a pesar de la sencillez que a veces puede ser erróneamente interpretada como aburrida, en este caso resulta hacer brillar a la propia composición. Deja espacio para que su progresión de acordes nos transporte a esa “solitude”, junto a una letra introspectiva que recuerda a las obras del genio Syd Barrett. Otro guiño de Portman a su musical crianza.

Con Words Are Not Enough, escuchamos una personal y orgánica rendición de un pop-folk (inglés-americano) con una sólida resolución melódica y una sonoridad no enteramente acústica, sino con sutiles acompañamientos eléctricos, pero en la misma cálida línea sonora del resto del repertorio. Y, por último, tenemos el cierre de la mano de Lost Page; de nuevo una rendición a la sonoridad del cantautor americano con guiños a las melodías de los grandes rockeros ingleses. 

I’m not dead, I’m just a lost page” es con lo que Portman se despide. Aunque dejadme decir que con esto no estoy nada de acuerdo. |

Sobre la autora del artículo:

ANDREA COLINO: Inspirada, apasionada, bastante intensa y aprendiendo a compartir todo ello con el mundo. – @andreaacolino | @andreaacolinoph

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