[Ricardo Portman] @ecosdelvinilo | @portman918
Se me hizo larga la escucha. De entrada lo digo. Llámenme pragmático o escéptico pero el proyecto de Tanxugueiras me deja el regusto agridulce del “frikismo del hashtag” en el paladar. No soy ajeno al world music, al folk, la fusión o el mestizaje (tengo décadas orbitando por estos subgéneros) pero lo estrictamente musical de este grupo lo veo incompatible con la euforia mediática generada. Sí, el trío gallego se hizo con un buen nicho de mercado con las polémicas artificiales del rollo eurovisivo, pero estoy convencido que el hito alcanzado no fue por razones musicales. Es lo que tienen los fenómenos virales: su efervescencia y artificialidad dejan al desnudo (en muy poco tiempo) la realidad cuando los analizas con distancia.
Lo de cantar en gallego me parece maravilloso; lo de retomar ritmos populares de esa tierra fascinante, también, pero que el árbol no nos impida ver el bosque: las doce pistas de Diluvio terminan ahogando en una marejada de sopor infinito. Esto es un catálogo de lugares comunes: Sonidos de lluvia, la pandereta en bucle, patrones percusivos estándar, líneas melódicas one-note, temática lírica whatever y por supuesto la colaboración inevitable donde nos quieren seguir metiendo la “música de las multis” aquí con Rayden terminando de enmarañar el sonido con ese rap inefable que aporte números en el streaming. Quizás lo único que salvo de la quema sea la excelente producción.
En resumen, si te vas a un spa y mientras te ponen piedras, agujas y cristales escuchas este disco quizás te relajará; si por otra parte quieres fardar de estar al día en las últimas tendencias y ser “el más actual de los actuales” pues te vendrá de perlas Diluvio. A mí, como no me va ni lo primero ni lo segundo, le cedo con gusto el testigo Tanxugueiras al siguiente en el algoritmo.
Sobre el autor del artículo:
RICARDO PORTMÁN: Fundador y editor de Ecos del Vinilo, es periodista y crítico musical, criado y alimentado por el rock n’ roll; creció a la vera de The Beatles, los Stones, The Doors, Pink Floyd y Queen, compañeros de viaje que fueron nutriendo el banco de datos de una mente que siempre se ha movido en acordes, estrofas y vinilos. – @portman918 | @ecosdelvinilo
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