[Ricardo Portman] @ecosdelvinilo | @portman918
El tercer vértice que completa el triángulo perfecto. Fuerteamor bien puede verse como el pulso firme, la serenidad, la bocanada de aire tras dar de saltos frenéticos. Ballena ya me tiene acostumbrado a que en cada disco les vuelvo a conocer. Con Navarone abrían la lata, con Odisea Ballena marcaban el gol de la tranquilidad y ahora con Fuerteamor empiezan los ‘oles’ a sonar desde las gradas.
El quinteto malagueño nos canta sobre el amor en todas sus formas (de pareja, de padres-hijos, de amigos) y aunque esto pueda sonarnos a lugar común les aseguro que tratándose de Ballena es otra cosa; es viajar a otras situaciones que, sin dejar de ser familiares, se revelan desde ópticas inesperadas. En lo sonoro sólo les digo tres palabras: Power pop boquerón (o Power Pop Ballena, que se lee mejor).
Abre el disco La Máquina del Tiempo que nos brinda estrofas sobre cómo crecen y amamos a nuestros hijos. La Gracia Clásica nos sumerge en la red de las relaciones tóxicas y Mano Rota nos rompe los esquemas con un entramado afilado. Dolores y MApH son las dos caras de la moneda llamada ‘amistad’ (la cara y la cruz). Semana Ballena es el día a día del café-en-mano pero en mood eléctrico. En el amor no hay jamás lugar para el maltrato: esto nos lo dejan claro en Estatua de Sal. Los highlights de Fuerteamor los encontramos en los temas Sassenach (que trata sobre la reconciliación) y la maravillosa Hijo del Vudú, un homenaje de la banda al genio de genios Jimi Hendrix. El álbum cierra con la emoción primigenia de Caminito, el retorno al vientre materno, una reconfiguración del amor.
Fuerteamor cumple a cabalidad con el rol de piedra angular entre la chispa de Navarone y la columnata de Odisea Ballena. Es el disco necesario, terapéutico y entrañable por el que toda banda que se precie daría un brazo. Ballena sigue construyendo una discografía natural, torrencial, sólida y -sobre todo- cercana. Si escuchando sus canciones los percibes como a unos colegas de toda la vida entonces es que has dado con su mojo.
Sobre el autor del artículo:
RICARDO PORTMÁN: Fundador y editor de Ecos del Vinilo, es periodista y crítico musical, criado y alimentado por el rock n’ roll; creció a la vera de The Beatles, los Stones, The Doors, Pink Floyd y Queen, compañeros de viaje que fueron nutriendo el banco de datos de una mente que siempre se ha movido en acordes, estrofas y vinilos. – @portman918 | @ecosdelvinilo
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