Concierto | Metallica: Los amos de la distorsión

Concierto | Metallica: Los amos de la distorsión

Les contamos su concierto en el Mad Cool de Madrid 

[Ricardo Portmán] @ecosdelvinilo | @portman918

Al filo del acantilado del vértigo, con mi cuello a punto de romperse y mis manos con un permanente horn-of-hell: Metallica anoche volvieron por sus fueros a demostrarnos que son los putos amos de la distorsión. Pocos grupos clásicos se mantienen tan en forma, tan potentes, tan comprometidos. Metallica en el Mad Cool en Madrid nos volvió locos de una manera implacable.

Pero vamos por partes. La entrada del Mad Cool fue la verdad muy buena, bastante organizada; el recinto cómodo, con relativo poco tiempo para comprar lo que fuera y recargar las pulseras: en esto, chapó a la organización. Mis primeros instantes en el Festival los pude ver a vuelo de pájaro desde la bonita terraza de la gente de Brugal y la cantidad de gente era abrumadora, un sold out incuestionable.

Vi por un buen rato a Placebo pero admito que me dejó muy indiferente su performance, bastante fría, con una nula interacción de Molko con el público. Fue un show sólo disfrutable para muy fanáticos de esta banda. Admito que mis ojos e interés estaba en los cuatros horsemen de San Francisco, así que Placebo ya tenía la batalla perdida.

Con puntualidad iniciaron las intros de It’s a Long Way to the Top (If You Wanna Rock ‘n’ Roll) de ACD/DC y ese The Ecstasy of Gold de Morricone que nos dice que Hetfield, Ulrich, Hammett y Trujillo están por encender las hogueras.

Whiplash rompió las amarras ante unas 65 mil personas congregadas en el escenario principal del festival, seguida de otro clásico de los inicios Creeping Death. Metallica sabe a lo que juega entregándonos dos trallazos de su etapa más trash metal, irresistibles cantos de sirena para lo siguiente: la brutal Enter Sandman, con las masas cantando y dando saltos como posesos. Luego una nueva mirada atrás con Ride the Lightning, tema que nos dibujaba a la perfección el estado actual del cuarteto: James Hetfield con la mejor voz que ha tenido en años y un imponente trabajo de rhythm guitar; Lars Ulrich muy sólido, ágil, con la velocidad y pegada que parecía haber perdido en giras anteriores. Por su lado Kirk Hammett ha sido el punto focal y diría que fue el que más brilló, con unos solos asesinos, de los que te dejan sin aliento. Y por supuesto la columna, el soporte, Robert Trujillo, con los graves más profundos y metronómicos que escucharás nunca.

Después del último acorde de Ride the Lightning tuvimos un retorno al Black Album con Wherever I May Roam y la inefable Nothing Else Matters (me cuesta creer que esta balada sea, todavía, de lo más coreado por el público). Tras Dirty Window rompía la noche la enorme Sad But True, llevándonos nuevamente camino del sanatorio mental. 

En el siguiente número James Hetfield pedía la ayuda vocal del crowd para un tema no previsto (y que para mi fue un déjà vu maravilloso a cuando les vi por primera vez en 1999 en la gira del Garage Inc): Whiskey in the Jar, un disparador de pulsaciones automático.

Con la clásica For Whom The Bell Tolls y la mucho menos mítica Moth Into Flame (eso sí, con muchas llamas) estos cuatro caballeros nos embarcaron en el buque de la nostalgia y la conciencia con Fade To Black, incluyendo un emotivo mensaje de Hetfield hablando sobre el suicidio y la necesidad de buscar ayuda. No sólo brillaban las luces del escenario, también lo hacían los reflejos de lágrimas en muchos.

Con la salvaje Seek & Destroy Metallica daba carpetazo al cuerpo central del setlist. Todos sabíamos que esto no acababa aquí y el encore asomó por el horizonte iniciando con Damage, Inc., para luego llevarnos a Johnny Got His Gun, a la caravana de freaks y al desmembrado soldado que pide ayuda a Dios: esto es One, tema definitivo de aquel And Justice For All de 1988. Las fascinantes guitarras de Hetfield y Hammett en One nos refuerzan en la certeza que estos señores son de los mejores tandem de la historia del rock n’ roll, no lo olvidemos.

El corte final fue (como no podía ser de otra forma) el Apocalipsis: Master of Puppets, la llamada a las armas, el rugido unánime de cualquiera que tenga sangre en las venas. Con la pirotecnia final y la banda saliendo a saludar podemos ya volver a respirar, sentarnos y simplemente sentirnos agradecidos por las sensaciones tan puras, reales y pasionales que nos genera Metallica, sin duda de los últimos defensores de la música que nos da la vida. |

Metallica | Mad Cool Festival (Madrid) 06/07/2022 – Setlist: Whiplash, Creeping Death, Enter Sandman, Ride the Lightning, Wherever I May Roam, Nothing Else Matters, Dirty Window, Sad but True, Whiskey in the Jar, For Whom the Bell Tolls, Moth Into Flame, Fade to Black y Seek & Destroy. Encore: Damage, Inc., One y Master of Puppets.

Sobre el autor del artículo:

RICARDO PORTMÁN: Fundador y editor de Ecos del Vinilo, es periodista y crítico musical, criado y alimentado por el rock n’ roll; creció a la vera de The Beatles, los Stones, The Doors, Pink Floyd y Queen, compañeros de viaje que fueron nutriendo el banco de datos de una mente que siempre se ha movido en acordes, estrofas y vinilos. – @portman918 | @ecosdelvinilo

Fotos: Mad Cool Festival

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