[Ricardo Portmán] @ecosdelvinilo
Me parece como mínimo enigmático las reviews de este segundo disco de Cariño que he podido leer en algunos medios. Enigmático porque me da la sensación que no han escuchado este disco, que nos venden la moto o que necesitan escuchar muchos más discos. Quizás las tres respuestas sean afirmativas, porque la verdad me siento estafado cuando me presentan estas doce canciones como el non-plus-ultra de eso que llaman “indie-pop”.
Cada quien hace los discos que puede o le apetece -eso es totalmente lícito- y seguramente para el grupo estos sonidos y letras son lo que les representa con mayor fidelidad, pero el huracán de alabanzas les hace un flaco favor en cuanto caen Bonus Trap, Si Quieres, Año de Mierda o Tamagotchi en oídos medianamente educados. Es child-pop y punto. Ni regular ni bueno. Son composiciones promedio (muy low average) dentro de una escena que ha devaluado hasta niveles/subsuelo la más mínima exploración de las posibilidades de la melodía más allá del one-note. Repito: one-note (track-by-track). Y mención de honor para el que probablemente sea el arte de portada más deficiente que he visto en mi vida.
Este disco es ideal si tienes once años, si no quieres pensar o no deseas ser retado a lo-que-sea. Pero de “disco generacional” (como he leído en algún lado) nada de nada. Todos sabemos de qué va este ‘negocio’ pero que no nos sigan tomando por tontos con esto del “indie”.
Sobre el autor del artículo:
RICARDO PORTMÁN: Fundador y editor de Ecos del Vinilo, es periodista y crítico musical, criado y alimentado por el rock n’ roll; creció a la vera de The Beatles, los Stones, The Doors, Pink Floyd y Queen, compañeros de viaje que fueron nutriendo el banco de datos de una mente que siempre se ha movido en acordes, estrofas y vinilos. – @portman918 | @ecosdelvinilo
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