Despedimos al genio del fútbol de todos los tiempos
[Ricardo Portmán] @ecosdelvinilo
“Espérame en el cielo, querido hermano”. Así despedía en sus redes Andrés Calamaro al Diego, al mejor jugador de la historia del fútbol. Maradona nos dejó ayer en sus propios términos, de esa forma tan repentina como cambiaba el sentido del juego, como trazaba pinceladas con la zurda de todos los tiempos.
Tuve el privilegio como futbolero de haber disfrutado del Diego en activo con el Napoli, incluso me hice hincha del club partenopeo por las diabluras del 10, y la guinda de mi experiencia vital con el argentino fue verle conquistar el cosmos-fútbol en México 86, que fue el primer mundial que vi con conciencia. Lo supe entonces y se ha mantenido década tras década mi convencimiento que siempre será el número uno, el Picasso del balón que dejaba por los suelos en el Azteca a toda la Commonwealth. Diego nos hizo a todos un poco argentinos. Diego éramos todos.
Calamaro, voz autorizada en el ‘maradonismo’, hablaba así del genio en la Cope con Carlos Herrera: “Conocía a Maradona como persona en los años 90. Fuimos a cantar con la selección argentina. Se le despide con gloria y con honor. Maradona nos deja huérfanos a todos los argentinos y al fútbol. Maradona fue un poco truhan, un poco señor y soñador”.
Maradona fue objeto de homenaje durante décadas en muchas canciones pero la que realmente le hace justicia es la que Andrés le dedicó en su álbum Honestidad Brutal, donde podíamos escuchar al inicio la voz del propio Diego, agradeciendo el gesto del músico y dedicándolo a sus hijas. Hoy, escribo con dolor pero con agradecimiento, que se ha cumplido con aquel verso: Diego ya es aquel ángel al que siempre se le verán las alas heridas.
Maradona no es una persona cualquiera
Es un hombre pegado a una pelota de cuero
Tiene el don celestial de tratar muy bien al balón
Es un guerrero
Es un ángel y se le ven las alas heridas
Es la Biblia junto al calefón
Tiene un guante blanco calzado en el pie
Del lado del corazón
No me importa en que lío se meta
Maradona es mi amigo
Y es una gran persona en el diez
En el alma guardó la camiseta de boca
Que me regaló alguna vez
Diego Armando estamos esperando que vuelvas
Siempre te vamos a querer
Por las alegrías que le das al pueblo
Y por tu arte también
Maradona no es una persona cualquiera
Es un hombre pegado a una pelota de cuero
Tiene el don celestial de tratar muy bien al balón
Es un guerrero
Tiene el don de tratar muy bien al balón
Tiene el don de tratar muy bien al balón.