Crítica | Confeti de Odio: ¿Quién iría a mi funeral?

Crítica | Confeti de Odio: ¿Quién iría a mi funeral?
Tragedia Española
[Snap! Clap! Club
★★



[Amparo Pinar] @ecosdelvinilo | @Canela_molia

Titularlo Tragedia Española y su Buñuelesca portada rojo sangre, ya nos da bastantes pistas del contenido altamente dramático y pintoresco del disco, dejándonos ver que los temas han sido creados para tocar nuestra fibra más sensible y no para dejarnos impasibles. Nueve temas para desgarrar (aunque eso sí, con guiños ácidos) el alma hasta del menos creyente. 

No en vano su pop nos sigue sonando amable y más melódico que otras bandas del que podría ser el mismo circuito de noise pop, de bandas interconectadas, como Axolotes Mexicanos o Carolina Durante, aunque claramente nacidas con espíritu y motivaciones muy distintos.

Con uno de los adelantos, Ansiedad (Has Vuelto a Mi), ya dejaba ver claramente la intención de lo que sería el disco: “Y si no hay nada feliz en tu mundo, podemos ser infelices los dos juntos. O: El problema aquí soy yo…”. 

Dale una Oportunidad al Amor, también lanzado como sencillo, es uno de los cortes más frescos y positivos que encontramos. Porque también hay momentos para ser optimistas y creer en el amor. Energética y pegadiza, podría ser de los temas con más tirón del disco. Ganas de vivirla en directo. Al igual que Muchísimo otro de los temas de corte poppie, que suena con mucho punch y podría convertirse en otra de las grandes coreadas en sus directos.





Triste de Verdad con su sonido oldie, se aleja un poco del carácter del resto del disco, pero consigue contagiarnos de la nostalgia que pretende. En los primeros compases ya me dan ganas de buscar con la mirada a mi posible pareja de baile e imaginarme sentada en una esquina del baile de promoción (como si no fuese algo exclusivo de las películas americanas) esperando a que me saquen a bailar. Por supuesto, nadie lo hará, al menos, mientras dure esta canción.

Resulta especialmente brillante la power pop Todas las Guillotinas van al Cielo, con la historia de amor-odio con la que todos nos identificamos, y esa sensación de no saber qué queremos realmente, pero muchas ganas de vivirlo. También destacable la balada Última Visita al Hospital como bello guiño a la experiencia de tener a un ser querido pasando por tan humana (y por desgracia tan actual) circunstancia.

Si en su primer trabajo Llorar de fiesta ya adivinábamos las ganas que la rabia, la reivindicación del “yo mismo” y toda la creatividad de Lucas de Laiglesia, o más bien Confeti, tenían de salir y de ser expresadas, ahora al darle un sentido y una temática a todo el LP, le ha permitido explorar más y apostar por descargar parte de esa energía en lo instrumental, experimentar por esa vía y no dejar todo el peso en las letras. Aún así, tenemos muy presentes los sentimientos de ira, frustración, desamor, egocentrismo y miedo a la no aceptación, que caracterizan sus temas. En general parece que los sonidos están más consolidados y que suene, en general, más contundente. 

Empezar con Todo Muere y terminar con Mi Funeral (¡Válgame la redundancia!) es cuanto menos, arriesgado pero, claro que sí, aquí Lucas ha venido a jugar, nada de medias tintas. Bravo por ello. El matiz de los sintetizadores hace de este tema un final redondo para el disco y nos deja absolutamente con ganas de saber cuál será el siguiente capítulo de esta Tragedia. 







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