The New Abnormal
[Sony Music]
★★★★1/2
[Ricardo Portmán] @ecosdelvinilo
Entre rumores, desmentidos fraterno-paternales, producciones en solitario y un temor en baja fidelidad a un nuevo descalabro es que llega el nuevo disco de The Strokes, The New Abnormal. Siete años (el ciclo que dicen duran los matrimonios) ha tardado en arribar a buen puerto la nueva referencia de la banda que decían -hace dos décadas ya- salvaría el rock; The Strokes no han ejecutado ningún rescate pero en todos estos años si que han dado un buen boca-a-boca al género, con una discografía que se dibuja en más picos que valles.
Tras unas cuantas escuchas la conclusión es la misma: The New Abnormal es un magnífico trabajo, de hecho es su mejor disco en muchos años. Era muy predecible la voz coral de los escépticos, que siguen esperando un nuevo Last Nite, pero esas opiniones no tienen ninguna importancia para Julian Casablancas y compañía. Estos son 45 minutos que pasan raudos, que te hacen sonreír, mover el pie y disfrutar, disfrutar mucho, con una producción lustrosa e impecable de Rick Rubin. Y como no podía faltar el guiño a su Babilonia Art-City es de premio la utilización de la pintura Bird on Money de Jean-Michel Basquiat en la portada.
The Adults Are Talking abre el álbum con un limpio y fascinante punteo de guitarra (nada de distorsiones), tan minimal dentro de una melodía preciosista que nos deja claro que The Strokes apuestan por de-construir y re-edificar el sonido NYC-modern-rock orientándolo hacia el pop basado en sintetizadores, llevando las guitarras a una habitación distinta dentro de las construcciones de sus canciones 2019/2020.
Selfless reafirma lo anterior, con un hermoso entramado de sonidos cristalinos y una melancólica línea vocal de Casablancas que hace temblar la tripa. The Strokes se nos han puesto melódicos a rajatabla y eso es de agradecer. Brooklyn Bridge To Chorus es el paradigma del synth-80s que recorría el mundo y los arrasaba desde las efemes y los walkmans. En esta canción se multiplica exponencialmente el valor numérico de los bits y se profundiza el impacto de un nuevo cancionero con una fuerza destacable.
Con Bad Decisions la anécdota deja de serlo: The New Abnormal es imbatible. Esta canción es la quintaesencia del pop entendido en los términos idiosincrásicos de The Strokes; es una maravilla que se vale de una base rítmica que roza lo tribal/CBGB y las guitarras asumiendo el peso específico, con un Julian inmenso (está que se sale en todo el disco).
Eternal Summer es la oda de sintetizadores, es el single que habría triunfado en la MTV-1985 y en el Spotify-2020: Casablancas va del falsete al grito desgarrado en cuestión de segundos, acompañado por el elegante arreglo de guitarras, que pasa como un celaje y deja perfumado el efecto del que posiblemente sea el mejor corte del álbum.
Esto es un no parar, The Strokes no quieren soltar el cuello, sino todo lo contrario: aprietan los dientes con At The Door, balada nocturna que edulcora sin empalagar, poniendo un saludable contrapunto a todo lo anterior. Una batería tan sencilla como imbatible abre Why Are Sunday’s So Depressing, una canción que no está entre los singles pero bien pudo estarlo, porque es una composición deliciosa, una nana tierna y rota del siglo XXI.
Not The Same Anymore es el John Lennon de I’m Losing You procesado por las circunstancias espacio-temporales. Este himno impresionante tuvo que ser el corte de cierre del disco, poniendo esto en relieve que estamos ante el único gran error de cálculo del disco en cuanto a su programación, porque concluir la reproducción con el tema quizás más flojo, Ode To The Mets, deja un mal sabor de boca (para mi disfrute personal yo escucho el disco hasta la pista 8). Y no es que sea un mal tema, pero palidece si hacemos la comparativa con el resto de las canciones.
The New Abnormal justifica esperas y dudas, penaliza la falta de fe de muchos en lo que sigue siendo capaz de hacer la banda de New York, quienes han musicalizado un tiempo inédito, terrible e incierto con el pop de la que será, cuando volvamos a las calles, una nueva era.
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