Recordamos el mejor disco de un ex-gunner
[Ricardo Portmán] @ecosdelvinilo
Noviembre de 1991. Izzy Stradlin´, harto de la fama, los conciertos y especialmente de Axl Rose, abandona el barco G N´R. Gilby Clarke se suma como sustituto a la guitarra rítmica. Su llegada fue recibida como una bagatela, como un integrante semi-oficial simpático e inofensivo, siempre presto a las órdenes de los jefes Rose, Hudson o McKagan. Nada más lejos de la realidad. Tanto así, que su primer disco solista, lanzado en 1994 y titulado Pawnshop Guitars, se podría considerar como el mejor disco de “Guns N´Roses” posterior a los Illusions. No, no desvarío. Porque todos los integrantes de Guns participaron en mayor o menor medida (Rose, Slash, Duff, Dizzy Reed y Matt Sorum), incluyendo los músicos contratados para el tour (Teddy Andreadis y la corista Roberta Freeman) así como ilustres de la escena rock del momento tales como Sebastian Bach, Rob Affuso, el reconocido guitarrista de sesión Waddy Wachtel (quien produce el disco) o un clásico del rock alternativo como lo es Frank Black (Black Francis) de Pixies.
Gilby Clarke se destapó en este disco como un compositor más que solvente. Destacan la fuerza hard rock de Tijuana Jail y Cure Me… Or Kill Me; la inspiración melódica de Black o Hunting Dogs o el country rock de Skin & Bones. Como un plus, se permite homenajear a sus ídolos con covers de los Stones y The Clash.
Es tan intenso el groove de los temas, que hasta se percibe a Slash desmelenándose con una emoción genuina en los solos. Un acto de liberación del yugo de Axl Rose. La producción del disco, a cargo de Waddy Wachtel, es solvente y limpia. Tan bueno fue el resultado que incluso provocó los celos e iras de uno de sus participantes (un tal Axl) que ese mismo año despidió a Gilby de los Guns.
Tuvo críticas en general positivas y se le considera, junto con los dos primeros discos de Izzy Stradlin´ (Ju ju Hounds y 117º), como los mejores trabajos de ex-gunners. Por encima de tanto Slash, tanto Rose y tanto Duff, había un Gilby Clarke que se ganó el respeto de muchos y la caída de sus quijadas hasta el subsuelo. Id al estante de los discos y volverlo a poner. Lo merece.
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