Hablamos con la banda riojana sobre su disco Animal, qué les inspira y sobre su identidad artística
[Ricardo Portmán] @ecosdelvinilo
Nos encontramos en el Hotel Sleep N’ Atocha de Madrid, en una coqueta terraza acristalada, ideal para conversar de música, y desde la primera frase se hizo el click: Messura hablan directo, con franqueza y evidente pasión por su proyecto y por la música como forma de arte (no en vano son profesores de música). Diego M. Continente (voz, guitarra), Germán Ruiz-Alejos (bajo), Joselu Arriezu (batería) y David Burgui (guitarra) son los nombres de quienes han puesto el disco Animal bajo el sol y sobre los escenarios, y nadie mejor que ellos para explicarnos al detalle todo lo que se mueve en la trastienda de la banda llamada a grandes cosas e hitos de altura. Esto es Messura en primera persona con el cielo de Madrid de fondo.
Ricardo Portmán: Messura es el nombre a seguir ¿Cómo viven esta exposición?
Joselu Arriezu: Con naturalidad…
Diego M. Continente: Con los pies en el suelo. Tenemos la suerte que ésto nos ha tocado ya un poco maduros, o adultos (sonríe), llámalo como quieras… con canas (ríe). Por supuesto lo estamos disfrutando muchísimo porque llevamos toda la vida en la música, los cuatro, pero es algo que vivimos con los pies en el suelo. Y como decía Joselu, con naturalidad,
JA: Lo que venga… bienvenido.
RP: ¿Qué hace diferente a una banda riojana?
JA: Bueno, yo… (ríe)… yo soy navarro, y David, el otro guitarrista, también lo es, somos una mezcla riojana-navarra.
DMC: Pues creo que lo que nos diferencia es tal vez la falta de proyección que tenemos ahí. Porque ahí si que, si lo haces bien… es relativamente fácil en esas zonas el hacer festivales, salas, pero lo difícil es salir. Eso es lo que realmente lo que lo hace distinto, porque tenemos muchos amigos con bandas que están a un nivelazo musical de la hostia, pero existe esa brecha que es lo complicado.
JA: Está ésa valla y saltarla es lo difícil.
RP: Pareciera que si tu banda tiene la etiqueta de banda de Madrid o Barcelona tiene más oportunidades…
JA: Si, y el hecho de que también ahí sea no como más fácil, como ha dicho Diego, pero si quizás esa gente que esta detrás te puede dar ese empujón para poder venir a la capital. Pues igual aquí, en Madrid, tienes la suerte que es una capital, hay mucha gente, y aquí corre la voz.
DMC: Y es lo que está pasando realmente… ahora mismo tenemos más oyentes en Madrid que en ningún sitio y eso para nosotros es la hostia. Es que te llega… te llega, te toca el pecho, quiero decir. Yo es que soy muy poco de fronteras y banderas. Precisamente lo que nos está perjudicando es eso… a nivel regional o provincial… creo que no hay otra diferencia.
RP: Contadme sobre vuestras influencias ¿Qué artistas os inspiran?
JA: Yo he sido muy fan de Los Planetas así que igual creo que mis grooves, mis golpes, van en relación a ellos, su estilo, su golpeo, y todo lo que ha a mí me ha llenado Los Planetas.
Germán Ruiz-Alejos: Bueno, yo creo que Diego y yo estamos ahí muy cerca… escuchamos un poco de todo pero entre lo que puede reflejarse en Messura tenemos Radiohead, Sigur Ros, los primeros Muse, un poco de Stoner, un poco de hardcore, Mars Volta…
DMC: Mars Volta es lo que a mi siempre me pone los pelos de punta…
RP: ¿Y cuál es la influencia menos evidente, la que casi les da vergüenza admitir?
DMC: Pues tal vez Biffy Clyro… no es que me de vergüenza sino que es como lo más mainstream de todo lo que puedo escuchar, porque sí, Biffy Clyro es mainstream, pero está muy bien hecho. Te hacen cosas musicales que te dices “esto no lo toca cualquiera”, ni lo compone cualquiera, ni lo canta cualquiera pero si es verdad, no me da vergüenza.
RP: The Beatles eran lo más mainstream y son la mejor banda de la historia, en mi opinión…
DMC: Yo es que soy más de Zeppelin (ríe)…
RP: Hoy en muchos discos y canciones solo percibo la asepsia de un laboratorio. En vuestros temas siento pasión, un factor X visceral ¿Se podría decir que sois una banda emocional, viva?
JA: ¡Totalmente!
DMC: Totalmente. Es sacar rabia pero también paz… es que creo que las personas estamos hechas de eso: de rabia y de paz.
GRA: Sí, eso se refleja muy bien en las dinámicas del disco.
RP: Es que os imagino cantando apretando los puños…
DMC: ¡Sí, lo hago mucho! El día que no sea así, lo dejo. Eso lo tengo muy claro.
RP: ¿Qué les inspira a los hora de componer?
DMC: Pues… musicalmente nada en especial, claro, aparte de todo esto que hemos dicho de los estilos que nos gustan, lo que escuchamos y de lo que nos nutrimos, musicalmente eso nos puede llegar a inspirar. Las letras sí, lógicamente, es otra cosa. A mi me inspira mi entorno. Yo soy observador, soy curioso, inquieto y crítico. Eso es lo que me inspira. Si que intento poetizarlo, no quedarme con el tópico fácil, aunque en alguna canción sea así, por la velocidad de la escritura o por falta de tiempo incluso.
JA: Yo coincido, yo creo que es una de las mayores virtudes de Diego, el escribir, y la verdad que sus letras son muy profundas, sentidas y que para nada es algo hecho al azar.
RP: Son letras también muy cercanas, que generan identificación…
JA: Son letras muy actuales… es la vida.
DMC: Yo es que soy un tío muy sociable y muy social. Si que es cierto que muchas veces también procuro que salga mi lado intimista, pero no quiero apartarme ni desligarme de lo que me rodea. Me parece un piropo que me digas que son cercanas.
RP: Animal es vuestro nuevo elepé ¿Cómo lo definen y cuál ha sido la gran diferencia entre el primer EP Otoño XVII y Animal?
GRA: Hemos tenido el tiempo de poder elaborarlo más que el primer EP y lo podemos definir como un disco de contrastes. Se ha trabajado mucho la parte de las dinámicas, las estructuras de las canciones, las letras son más filosóficas, tienen más contenido que antes.
DMC: Tanto musicalmente como el contenido de las letras creo que es algo más continuista. Yo creo que a nivel estilístico lo único que lo diferencia es que hemos tenido más tiempo, porque cuando hicimos el primer EP solo teníamos un mes y medio ensayando juntos, era algo como “vamos a grabar, venga”. Ahora hemos tenido un tiempo de elaboración más consciente… pero estilísticamente creo que es lo mismo.
RP: Quizás fue un ensayo y error el primer EP…
DMC: Puede ser, pero yo me siento orgullosísimo de ese primer EP, que con solo cuatro temas nos ha permitido hacer todo lo que hemos hecho. Fíjate ahí está Animal, que lleva en el mercado unos cuatro meses… desde octubre.
RP: ¿Qué expectativas tenían o tienen con la salida de Animal?
GRA: La expectativa de salir a tocar fuera, porque siempre los proyectos que hemos tenido en nuestras vidas se han quedado en la provincia, Navarra, La Rioja, País Vasco… no lográbamos salir y cuando lo hemos hecho ha sido muy puntualmente y se acercaba poca gente porque no estamos en una red promocional. Por eso para mí es salir fuera a tocar y tener más expansión, esa es mi expectativa.
DMC: Yo no tengo y no quiero. Puede que a veces me surjan pero yo mismo me las quito. No quiero crear expectativas, como en las relaciones personales y en la vida misma. Para mí las expectativas son un enemigo del individuo… lo que tenga que venir, que venga. Yo estoy disfrutando del momento y de momento quiero seguir así.
RP: ¿Cómo os ha ayudado el aparecer en el programa de Ariel Rot en la 2?
DMC: Para la banda ha sido la hostia… esa misma noche empezamos a recibir mensajes de toda España. Yo estaba abrumado. Me acuerdo que lo vimos el programa Germán y yo juntos, con un whisky con hielo y los teléfonos apagados. Cuando los encendimos fue como “¿qué es esto?”… fue la hostia. Claro al final estamos hablando de televisión. Me acaba de pasar el dato Charly, un amigo que trabaja con Televisión Española, que nos vieron 137 mil personas… y sobre todo son 137 mil personas que les gusta la música. Pues ya te digo que hemos crecido en seguidores, en oyentes mensuales, en visualizaciones, en todo ha sido la hostia, pero bueno, con los pies en el suelo y día a día, que es de lo que va esto.
RP: Sois profesores de música, lo cual les dará un contacto directo con las nuevas generaciones. Para vosotros como creadores quizás es una muestra casi sociológica…
DMC: Siempre lo digo que tenemos suerte, porque somos profesores de música en escuelas de música y a esas escuelas va gente que de verdad quiere estudiar música. Y los que son más niños los traen padres que les gusta la música, y esos padres suelen escuchar buena música en casa, en un noventa por ciento. El problema está, y esto lo digo a nivel personal como profesor de guitarra… a partir de los once o doce años, dependiendo como vaya de adelantado el alumno, que ya empieza a decirte “oye, esta canción…” y la pones y es un tema de reguetón, y yo me quedo como “¡pero si hasta hace poco me estabas pidiendo temas de Vetusta Morla!”. Yo les pregunto por qué me piden estas canciones y me dicen que las escuchan sus amigas, y ahí es la edad donde debes hacer un poco de guía…
JA: Bueno, yo pienso que tampoco hay nada de malo… recuerdo que el otro día vino una alumna y no sé por quien me preguntaba, era como una mezcla de hip-hop y rap… y muchas veces los prejuicios nos hacen cerrarnos a cosas que… hombre, yo también cuando tenía dieciséis años escuchaba techno, y escuchaba la Habitación Roja y grupos que para los más puretas quizás eran bazofia, y al final eso, los prejuicios nos hacen cerrarnos.
DMC: Yo soy así… les digo que si me traen diez canciones de ese autor que no sean sexistas, que no sean machistas, se las saco. Opino que hay más gente del trap que cuenta cosas que reguetoneros. Aunque debo reconocer que no podemos ser unos pollas viejas… (ríe)… tenemos que entender que es otra generación y como profesores tenemos que apoyarles, pero hay que tener mano izquierda y saber educarles un poco en valores, porque desde mi punto de vista la música ha formado filosóficamente a los chavales y creo que es un arma con mucho poder para luego ser crítico y formar tu manera de pensar.
Yo tengo una teoría con el trap, y es que pienso que la industria a ganado. Cuando la industria vio que en la disidencia había dinero convirtió el rap en trap, y el mensaje disidente, de rabia, de queja de la juventud de diecisiete años se ha esfumado… es que yo creo mucho en la música como un arma de concienciación.
RP: ¿Cómo veis la escena musical actual?
DMC: A nivel de bandas emergentes, de bandas pequeñas, creo que hay un nivelazo de la hostia. Literal. Pero entra la palabra mágica: la industria. Los sellos independientes ya no son tan independientes. Aquí se hacen las cosas por padrinos. Los estábamos hablando en la comida… en el Coachella ves todas las bandas del cartel y al lado el cartel de las oficinas; entre tres oficinas habían hecho todo el cartel del festival. Para mi eso es ya un ejemplo muy claro de cómo funciona esto.
JA: Yo creo que hay mucho nivel, y fuera también lo creo, mucho nivel de bandas y de todos los estilos además. Pero creo que falta más, y lo voy a decir… los festivales están matando toda la cultura de poder ir a ver a grupos a una sala. Es ir a las salas sin más intenciones que ir a ver un grupo y creo que eso es lo que falta aquí. En los festivales casi que lo de menos es la música.
DMC: El circuito de inverno está muerto. En las salas es mucho más cálido, casi puedes hablar con las bandas, les ves con su show, sin nadie que les diga que se tienen que bajar. Y nosotros no nos podemos quejar, porque últimamente nos está yendo muy bien en ese aspecto, pero a nivel global está muerto. Y nosotros somos asiduos al circuito de invierno; es rara la semana que no voy a un concierto.
GRA: Y llama mucho la atención que no va gente joven a las salas, por lo menos en nuestra zona.
RP: ¿Cuáles son los siguientes conciertos de Messura?
DMC: Tenemos Escuela de Calor de Monzón el sábado 15 de febrero, el 14 de marzo en la Sala Le Coup de Vitoria, el 3 de abril en la sala Azkena Bilbao, el 17 de abril la sala Los Clásicos en Toledo y el 18 repetimos en Madrid en la Costello y se están cerrando más bolos.
RP: ¿Cómo son vuestros directos? ¿Está todo estructurado o hay sitio para la improvisación?
JA: Nuestros conciertos son pura energía, pero todo muy bien ensayado, trabajado…
DMC: Es medidamente desmedido. Hay energía y mucha dinámica; te bajamos y te subimos, pero si es cierto que desde que llevamos la claqueta no te da tanto margen para improvisar; luego te digo que ningún concierto es igual. A mi, emocionalmente, ningún concierto me parece igual que el anterior, y eso también se transmite.
RP: Para cerrar, ¿Cuál fue el mejor consejo recibido con respecto a la banda?
DMC: Creo que es el que nos dio el nombre… el propio nombre nos dio un consejo: medida, calma… creo que nosotros mismos nos lo hemos dado ese consejo. |
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