Entrevista | Santero y Los Muchachos: “Las escuchas ponen a cada canción en su lugar”

Entrevista | Santero y Los Muchachos: “Las escuchas ponen a cada canción en su lugar”
Nuestra firma Teresa Cerón López conversa con Miguel Ángel Escrivá y aquí compartimos lo que se cuece en el palacete del marqués de Rioflorido




[Teresa Cerón López] @ecosdelvinilo | @terethali

Santero y Los Muchachos son de esas bandas que le ponen soundtrack a tu vida, de una manera u otra. El Perdedor, uno de sus himnos definitivos, nos identifica, ya sea en el pasado, presente o futuro y hemos podido conversar con su cantante y bajista Miguel Ángel Escrivá sobre Rioflorido, el disco más expansivo, orgánico, maduro y completo de su discografía, sobre que las canciones que le dan forma y su identidad. 

No hay canción si no hay herida” es de esos versos que te tatúas en tu humanidad y en esta conversación se deja meridianamente claro cual es el ADN de la pluma de la cual surgen versos tan inmensos como el nombrado.


Teresa Cerón: Rioflorido es un disco poderoso que derrocha mucho amor por la vida, que arroja luz. ¿Creéis que es el disco que más emociones condensa de los dos?

Miguel Ángel Escrivá: Creo que las emociones están volcadas por igual en ambos discos. Detrás de cada canción hay un “basado en hechos reales” con lo cual los tratan de ser muy sinceros. La diferencia más notable es la intensidad sonora.

TC: Fieles a vuestro “rock reposado”, Rioflorido no supone un cambio musical muy radical, pero los fans advertimos otra forma de vestir las canciones.

MAE: Lo que ocurrió es que la gente estaba muy acomodada con Ventura y su sonido más relajado. Sus papilas gustativas estaban preparadas para más de lo mismo y este pequeño viraje les resultó extraño pero ahora entienden que era un segundo plato que complementa bien con el anterior y empuja más en los directos. Las escuchas ponen a cada canción en su lugar porque sabes cómo y porqué escucharlas cuando te sientan bien.

TC: Santero Y Los Muchachos es una banda especialista en crear espacios únicos sin más necesidad que vuestras guitarras de cuerdas ásperas, batería, o el contrabajo amaderado. A la hora de grabar este último disco, ¿Se os ocurrió quitar elementos más que añadirlos a las letras de las canciones que, ya de por sí, tienen mucha autonomía?

MAE: Nos dejamos llevar por lo que pida la canción y su temática, y aunque sí tratamos de no recargar siempre añadimos más de lo que quisiéramos. Nos gustaría conseguir hacer algo con menos elementos aún, más crudo, pero el estudio es muy goloso y las ideas se amontonan. Esto no siempre es bueno, como no lo es echar ingredientes de más a un plato porque confundes su carácter. Para los que hacemos un disco siempre nos queda la duda de ese sabor final. Si los demás lo veis austero y concreto nosotros contentos, es lo que queríamos.

TC: Los textos están muy trabajados, probablemente, en el apartado letras hay un gran salto mortal. “Rioflorido” es un disco que va con todo en sus narraciones ¿Podríamos decir que se gestó a pecho descubierto?

MAE: Siento insistir, ambos discos han sido concebidos a pecho descubierto. Son vómitos personales de vivencias propias y vidas que me/nos rodean. Temas universales tratados de manera personal y sencilla.

TC: El disco abre con “Estamos Bien”, un mix de influencias que nos dicen mucho de vosotros, de lo que os gusta escuchar y tomar prestado de otros. Recuerdo que mientras hacía la reseña del disco para la web, no pude evitar comparar el tema con el All I Wanna Do de Sheryl Crow.  A veces, se me venía a la mente el sonido de los Stones más setenteros ¿Fue premeditado rendirles un pequeño homenaje?

MAE: No, pero diste en el clavo dado que son referencias que nos gustan y también a nosotros nos llevaron a ellos. No buscábamos ir premeditadamente, simplemente aparecieron porque forman parte de la escuela santificada que tanto nos ilumina el camino del rock reposado.

TC: Habéis contado muchas veces, que el título del disco está inspirado en la figura del marqués de Rioflorido, propietario del palacete misterioso del siglo XVIII en el que se llevó va cabo la grabación. Pero los que os conocemos, también sabemos que guarda cierta conexión con México. Santero está muy vinculado al país azteca ¿Verdad?

MAE: Para cantar en castellano hay que hacerlo hinchando pecho como se hace en una buena ranchera, un bolero, son cubano o el flamenco. En ocasiones se elige nuestro idioma para contar nada o incluso haciéndolo con una fonética blandengue o lánguida como si molestaran ciertas consonantes o vocales. Quiero decir, que de esto me di cuenta cuando comencé con La Pulquería, que cantar en castellano era algo que o se hacía con convicción o mejor no hacerlo, y nosotros fuimos de los que lo disfrutamos mucho y aprendimos haciéndolo. Aquella escuela de un cancionero arraigado a un folclore como lo es el mexicano nos llevó a México varias ocasiones y desde entonces algo queda, supongo. Yo escucho música en inglés en un 85 por cien, y la que he podido escuchar en castellano va por esos derroteros y poco más. Los nombres de los discos suenan muy localizados allí aunque no son más que nuestras propias circunstancias.

TC: De entre todas las colaboraciones de este álbum me quedo con la huella que ha dejado Twanguero en él ¿Qué os aportó como músico?

MAE: Fue la guinda del pastel. “Mañana asesina” funcionaba sin él, pero con él se prendió fuego. Es un animal.


TC: Acabáis de estrenar “El Perdedor”, uno de vuestros temas más aclamados cuando tocáis en directo. En esta nueva versión, estáis acompañados por Carlos Tarque ¿Cómo surgió la colaboración?

MAE: Afortunadamente de manera natural porque fuimos coincidiendo aquí y allá y al conocernos algo más le lanzamos la propuesta. Aceptó enseguida y puso mucho de su parte para llevarlo a cabo a pesar de su apretada agenda. Él es La Voz del rock en castellano y ha sido un gusto para nuestros oídos que entone esa canción.

TC: ¿Qué más caprichos os ha concedido Rioflorido?

MAE: Un día fuimos a comer fuera de carta. Normalmente lo hacemos de menú. De momento poco más.

TC: Hablando con varios fans vuestros hace poco, coincidíamos en que uno de vuestros atractivos es que cantáis y tocáis las cosas tal y como las vivís. Sin filtro. ¿Estáis de acuerdo con esta percepción?

MAE: De acuerdo y contentos de que así lo veías.

TC: Otra percepción que tenemos muchos es la de que Santero y Los Muchachos es una banda de directo más que de estudio.

MAE: Supongo que eres más de estudio cuando experimentas con el sonido, pero sí defendemos la crudeza entiendo que somos más de directo. Pero también te diré que sin estudio no definiríamos tan bien las líneas melódicas, armonías y arreglos. Grabas, escuchas, cambias…

TC: Venís de derroteros muy rock y Santero es un proyecto “tranquilo” ¿Ha sido duro lidiar en festivales?

MAE: Así es. Este proyecto nace de la necesidad de componer un repertorio más para ser escuchado tranquilamente que por otra cosa. Cuando salimos con Ventura lo hicimos con refuerzo de músicos para aparentar algo más de potencia, pero en definitiva íbamos sobrepasados de peso. Nos dimos cuenta de que nuestro estilo tranquilo era un handicap para algunos escenarios. Lo que hicimos fue incorporar el contrabajo y restar músicos tratando de resultar particulares. Somos un grupo de puesta de sol y en esos horarios de día y atardeceres nos encontrábamos cómodos en los festivales. Después llegó Rioflorido y ahora podemos decir que tenemos repertorio para abordarlo todo.

TC: En esta gira combináis los dos discos en directo; es sinónimo de buen pulso y madurez ¿Cómo está siendo la experiencia con el público?

MAE: No podemos pedir más. Lo cantan todo.

TC: Os vi actuar en Murcia y he de confesaros que me encantó la potencia de la banda ¿Qué proyectos tenéis a corto plazo?


MAE: Muchas gracias. Entre enero y febrero haremos Madrid, Valencia y Pedreguer. En marzo, abril y mayo nos embarcamos en una gira a trío que nos llevará por 20 ciudades. Después de esto seguiremos en pie si el Rock quiere. | 








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