Crónica | Vetusta Morla: Otro día y muchas noches en el mundo

Les contamos como fue su concierto de este viernes 27 de diciembre en el WiZink Center de Madrid



[Ricardo Portmán] @ecosdelvinilo 

El WiZink Center madrileño es la nueva catedral, el valhala donde el que se monta debe hacerlo con armas poderosas y esos hierros los tiene la banda de Tres Cantos. Vetusta Morla es un clásico en su propio tiempo. Con una discografía sólida, expansiva y profundamente emocional, este quinteto se ha apoderado del macro recinto y de una multitud que los aclama, pero que no lo hace de gratis, porque esa adoración debe ser ganada a pulso y Vetusta Morla lo hace, siempre. Se ganan y nos ganan. 

Este viernes 27 de diciembre ha sido el primero de tres conciertos sold out (desde hace meses), donde despiden con elegancia la Gira Mismo Sitio, Distinto Lugar en España. 

Pucho se coloca en la posición del alfa y nos canta: “Donde la hiedra no se atreve a trepar y amanece en secreto / donde el invierno no consigue llegar en el último intento”. A continuación los translúcidos sonidos de guitarra, dando inicio al recital con la canción Mismo Sitio, Distinto Lugar. Un despliegue lumínico acompaña con personalidad propia cada instante, todo esta pensado para la experiencia sensorial, para la generación de hitos muy íntimos. 



El intro de finas florituras del teclado nos pone en bandeja a Deséame Suerte, uno de los temas imprescindibles del presente de los madrileños. Escuchar a Pucho entonar “Ha sido mágico / Haber llegado aquí sin un solo talismán” eleva la temperatura del público, conscientes de la honesta y desnuda declaración del sentir de la banda. 

El Discurso del Rey arranca con el contrapunto robótico de Juanma Latorre, apoyado por la pirotecnia visual de fondo. El ritmo creciente del tercio final contagia e invita a mover la cabeza en constantes afirmaciones. Palmeras en la Mancha cierra una primera tanda de cortes extraídos de su último disco, dando entrada a Golpe Maestro, primero que interpretan del álbum La Deriva (2014), canción que entra a lomos de los redobles frenéticos de El Indio.

Con La Mosca en tu Pared llega la calma, la melancolía arrebatadora, la pausa necesaria para generar los pensamientos que nos clarifican a que calibre de artistas vemos: “Y si al despertar, siguiera allí / querrías ver lo que yo vi”. Versos incisivos que nos hablan en primera persona, a quemarropa. Continúan con la sutil Maldita Dulzura, tema de su segundo disco Mapas (2011), en lógica secuencia de mid-tempos tras la interpretación anterior. 

Una caja de recuerdos / y fiestas de guardar / media vida en cada intento / y la otra media en pinzas de metal/ ya es un clásico…”: Esto es el regreso a La Deriva, ahora con la gloriosa Cuarteles de Invierno, una estructura sonora maravillosa con esas líneas de bajo impresionistas de Álvaro Baglietto, desembocando en su tramo final en un momento de máxima euforia.

Y llegamos al momento del renacimiento del primer amor por Vetusta Morla: es la llegada de los temas de Un Día en el Mundo (2008). Los primeros arpegios de Copenhague nos clavan el vértigo en el estómago y es conmovedor como la masa de almas corea a voz en grito cada palabra, con un fervor casi religioso. Mientras Pucho canta “Llueve en el canal, la corriente enseña el camino hacia el mar” brillan tímidas lágrimas en muchos de quienes me rodean. Sin dejar que bajen las pulsaciones nos estampas la infalible Un Día en el Mundo, cantada por un Pucho en pugna por hacerse escuchar entre el canto de miles de entregados a su causa.

Guerra Civil recoge la cuerda, para ubicarnos nuevamente en Mismo Sitio, Distinto Lugar. Siempre maravilla escuchar en esta canción el leal duelo entre el teclado de Latorre y los limpios punteos de Guille Galván. La Vieja Escuela y 23 de Junio cierran la cuadratura del círculo, con la segunda removiéndonos los cimientos con la que considero es la mejor interpretación vocal de Pucho junto con una letra subyugante y pasional desde una ternura infinita: “Haz que este baile merezca la pena / yo haré lo propio con esta canción / y si al final no hay más que comedia / deja que el río nos lleve a los dos”.

Al Respirar es de las canciones claves en la evolución creativa de Vetusta Morla como artistas que apuntan a la sensibilidad de su generación, y en la interpretación de anoche se reforzó esa química especialísima que siempre han tenido con sus seguidores. 



Casi sin percatarnos el tiempo vuela en la rápida sucesión de Punto Sin Retorno, La Deriva y Mapas, colocándonos nuevamente en el palco de la nostalgia, con el primer gran himno de Vetusta Morla: Sálvese Quien Pueda. “Puedo volver / puedo callar  / puedo forzar la realidad…” cantando por cada garganta, haciendo temblar los cimientos del WiZink. En el furor de “Hay tanto idiota ahí fuera” explota la catarsis y el éxtasis definitivo de la noche, con miles saltando, dejándose llevar por un rito épico. Las luces nos envuelven y risas y puños en alto aclaran que esto es algo profundo y personal. Valiente nos remata, con El Indio machacando sin piedad desde la sala de máquinas, por si alguien no había terminado de enterarse que este concierto es de los que dejan huella.

Te Lo Digo a Ti y Fiesta Mayor nos hacen de puente para el tema que cierra el cuerpo principal del repertorio: la insustituible Saharabbey Road, fiesta polirrítmica, la alegría en forma de canción, el baile de la tribu alrededor de la fogata del sonido mestizo. “Tan solo seremos libres cuando no haya más que perder”. Amén, Pucho.

Para los bises finales los cinco Vetustos inician con la calma de Iglús, siguiendo con la oda Consejo de Sabios, esa perfecta armonía entre una lírica que cala y la melodía preciosista como bandera, “Hoy tu recuerdo es un pájaro / que bate sus alas detrás de mí / y guarda en su pico tus labios”. El Hombre del Saco, selección de Mapas, nos enchufa a la corriente de la descarga de un final impresionante, conmovedor, con Los Días Raros, con un crescendo final vestido con destellos poderosos que se apagaron con los aplausos de un público entregado a vivir otro día y muchas noches en el mundo con una de las bandas fundamentales que ha definido el sonido de los escena indie rock del siglo 21 en España.

Fotos: Gonzalo Cases / Pequeño Salto Mortal


Set list:

Mismo Sitio, Distinto Lugar
Deséame Suerte
El Discurso del Rey 
Palmeras en la Mancha
Golpe Maestro
La Mosca en tu Pared
Maldita Dulzura
Cuarteles de Invierno
Copenhague
Un Día en el Mundo
Guerra Civil
La Vieja Escuela
23 de Junio
Al Respirar
Punto Sin Retorno
La Deriva
Mapas
Sálvese Quien Pueda
Valiente
Te Lo Digo a Ti
Fiesta Mayor
Saharabbey Road

Bises

Iglús
Consejo de Sabios
El Hombre del Saco
Los Días Raros








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