En vísperas de su concierto en la Sala Costello de Madrid de este viernes 28 conversamos con Nieves Lázaro
[Ricardo Portmán] @ecosdelvinilo
Lázaro es sinónimo de factor sorpresa, búsqueda y sobre disfrute de la música (a sus integrantes se les nota que viven con alegría su proceso creativo) y Pigmalión, sus más reciente trabajo, es la prueba fehaciente de todo esto. La banda se mueve en nuevas aguas y lo que están llevando al escenario es una versión fiel al Lázaro que conocemos, pero siempre con ese extra que da el tiempo y la madurez de su sonido.
En vísperas de su concierto en la Sala Costello de Madrid este viernes 28 de junio, con acompañados por los granadinos Margaux, su fundadora, cantante y tecladista Nieves Lázaro ha contestado a nuestras preguntas con ese encanto tan suyo que se hace expansivo a la identidad del grupo.
Ricardo Portmán: Al tercer segundo de reproducción de Amor Lego se hace evidente el endurecimiento de vuestra música. ¿Pigmalión es Lázaro a la enésima potencia?
Nieves Lázaro: ¡En cierto modo, sí! Es un nuevo Lázaro, “reconcentrao”. La creación de las letras y el esqueleto de los temas llevó mucho tiempo. Yo soy tremendamente lenta para componer, me encanta iniciar ideas de canciones, pero luego tardo mucho en entender de qué van, qué quieren decir, en ponerles voz.
Vestirlas entre todos fue muy divertido porque musicalmente sí teníamos claro dónde queríamos que nos llevaran, y además teníamos, no un gran productor, ¡sino dos! Víctor Cabezuelo y Manuel Cabezalí han aportado también mucho al disco.
RP: Se me hace como que la versión 2019 de Lázaro como banda es la definitiva por sonido y empaque…
NL: No te se decir si es definitiva, porque nos gusta vivir la música sin anclarnos nunca en ningún puerto. Precisamente para nosotros hacer música va muy ligado con descubrir horizontes nuevos. Pero yo también creo que hemos dado con una manera de hacer eso, que es muy nuestra. Y me apetece muchísimo ver el siguiente puerto al que nos llevará esta extraña manera nuestra de hacer las cosas.
RP: Lázaro se ha forjado un nombre de peso en la escena indie española ¿Debe ser muy especial cada logro, especialmente porque el proyecto se inició sin grandes pretensiones?
NL: Desde dentro las cosas siempre se ven de otra forma. No tenemos muy claro qué tipo de nombre nos hemos forjado, la verdad. Pero sí es cierto que con el primer disco, no tenía muy claro qué quisiera hacer un proyecto serio de Lázaro, y ahora que lo es, y se encuentra en plena forma, da mucho gustito verlo caminar.
RP: ¿Están satisfechos con vuestra dinámica como banda y vuestra evolución musical?
NL: Nuestra dinámica como banda es bastante genial. Es un lugar en el que creo que todos nos sentimos muy felices, cada uno con nuestras rarezas, nuestros puntos fuertes y débiles, pero con mucha armonía entre nosotros. Igual suena cursi, pero te juro que esa armonía luego se transmite mucho en cómo tocamos. Nuestra evolución musical también se ha hecho más rica aún con los cambios internos, a pesar de que también han sido duros (durante Pigmalión nuestro guitarrista Rafa dejó el proyecto y entró Darío en su lugar) y se ha ampliado más allá con la influencia de nuestros productores, Víctor y Manuel.
RP: Soles o Pingüinos fue vuestro disco estructurándose como banda. ¿Pigmalión es quizás el álbum de la liberación, de la experimentación sin ataduras?
NL: Es verdad que en el disco anterior estábamos buscándonos como banda, teníamos un sonido más rock ahí, y de hecho ahora no es nada fácil juntar las canciones en repertorio. En Pigmalión hicimos una fuerte apuesta por explorar nuestro lado más friki, sin intentar repetir lo que ya conocíamos. Supongo que siempre andamos buscando una verdad escurridiza, la esencia detrás de las cosas, y de nosotros mismos.
RP: ¿En el riesgo, a la hora de afrontar la composición, está el verdadero gusto por la creación musical?
NL: En nuestro caso sí, totalmente. No tiene que ser así para todo el mundo, pero para nosotros arriesgar es muy divertido, y por ende creativo, y por ende musical. El Color Rojo por ejemplo en los ensayos resultaba una canción rarísima, arriesgada y encima, difícil de tocar. Eso precisamente hizo que nos tuviera enganchadísimos, hasta que fue tomando forma y cogiendo entidad. Lo más fascinante para nosotros es cuando surge una canción como esta, tan diferente a todo lo que hemos hecho, y escuchado en nuestras vidas; cuando cobra vida propia y se hace mayor y existe ahí fuera.
RP: ¿Qué importancia tiene la estética en vuestra propuesta? En ese sentido tenéis un as bajo la manga con Iris Banegas…
NL: ¡Jaja totalmente! Iris es como un pequeño genio loco cuando saca sus pinturas y se pone a ilustrar nuestra música, a envolverla con su paleta de colores. Creativamente, creo que Iris y yo nos parecemos en algo: a las dos nos cuesta mucho mandar propuestas porque nunca nos parecen suficientemente buenas, pero quizá precisamente por eso, puede que haya algo en nuestra imperfección, al juntar mis letras y sus dibujos que produce un efecto de frescura, de algo muy propio.
Ella tiene mucha sensibilidad, y entiende mis letras de una manera muy libre. De hecho, yo creo que las mejora a través de su prisma, y luego las plasma en dibujos. ¿Se puede tener más suerte?
RP: Así, a bote pronto ¿Qué os hace diferentes?
NL: ¡No sabemos cuál es la respuesta a esa pregunta! Supongo que porque no intentamos diferenciarnos activamente, ni parecernos a nadie, simplemente tocamos, hacemos, probamos, enredamos, fallamos, nos frustramos, repetimos y buscamos algo, todo el rato, que haga CLICK. Supongo que ese CLICK, es diferente en todo el mundo.
RP: La maternidad te cambia como persona, pero también como artista ¿Cómo es artísticamente la Nieves madre? ¿Qué matices y subjetividades se hacen más evidentes?
NL: Si te digo la verdad, aún no he conocido a la “Nieves madre compositora”, solo he conocido a la Nieves embarazada, creativamente hablando. La mayoría de estas canciones las compuse embarazada, y yo creo que debe ser muy diferente eso a componer siendo ya madre. El embarazo es un estado excepcional y muy revolucionario para el cuerpo y la mente, se mueven cosas que no sabías ni que existían. Yo me esperaba un empuje creativo muy mágico, pero la realidad siempre es otra… jajaja. Aún con todo fue un proceso muy disfrutable. Ya te contaré como es la Nieves madre cuando llegue el momento de crear. Anticipo que va a ser una persona con menos tiempo libre, así de entrada. Está por ver como casará eso con la lentitud de la que hablaba antes…
RP: Vosotros no sois muy de hacerse expectativas, pero ¿alguna tendréis con Pigmalion?
NL: Nunca hemos tenido grandísimas pretensiones, pero es verdad que en el fondo, fondo, fondo, siempre se espera algo. Lanzas una piedra al lago y luego, inevitablemente quieres ver las ondas que genera. Y esas ondas siempre se agradecen un montón.
Con Pigmalión sí que nos gustaría visitar más lugares de España, abrirnos un poquito más al mundo, y tocar también con unas condiciones majas y mínimamente cómodas, todo sea dicho!
RP: ¿Qué podremos ver y escuchar de Lazaro sobre el escenario de la sala Costello este viernes?
NL: Haremos un recorrido por el disco nuevo, con algunos temas del primer y segundo disco. Contamos con Irene Novoa a las teclas, que nos está acompañando bastante últimamente, y nos aporta muchísimo como banda; también hace que yo esté mucho más libre para cantar y gozarlo a tope con la banda lo cual para mi es un extra maravilloso. Además tendremos a Javier Couceiro como invitado especial, a la percusión, compuesta por bandeja de horno, cacerolas y sartenes, principalmente.
Y lo mejor de la noche será sin duda Margaux, que tocan a las 21.30 puntuales. Son una banda de Granada (de hecho en Octubre tocamos con ellos en Planta Baja), y tienen unas canciones preciosas, y un directo de mucha calidad.
RP: Para cerrar. Tocar más y tocar mejor ¿Siempre es el objetivo?
NL: De momento sí. Sencillo, y conciso. Algún día puede que eso cambie pero por ahora tocar, abrirnos a otras ciudades, y ganar fuerza en nuestro directo, es lo que más nos mueve. |
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