The Rolling Stones: Los 43 años de Black and Blue

The Rolling Stones: Los 43 años de Black and Blue
Recordamos el disco visagra entre las eras Taylor y Wood


[Ricardo Portmán] @ecosdelvinilo

Un 23 de abril de 1976 Black and Blue era puesto a la venta. El decimotercer disco ‘británico’ de los Stones se hizo de rogar, afectado por una de las grandes fracturas en el seno de la banda: la partida de Mick Taylor. El papel humano del guitarrista, por su carácter introvertido, no dejó huella, pero el factor musical, con su innegable maestría, engalanó gran parte de la era dorada de The Rolling Stones 1968/1974 (de Let It Bleed a It’s Only Rock n’ Roll, faltando solo en el Beggars Banquet). El sustituto no aportaría nada memorable a la guitarra Stone, pero su forma de ser expansiva, especialmente adhesiva al líder Keith, le haría ganador del puesto vacante: Ron Wood fue el elegido.

Black and Blue partió de una serie de ideas inconexas. Unos querían hacer reggae (Richards), otros baladas lacrimógenas (Jagger), y solo por momentos se enlató rock marca-de-la-casa (Crazy Mama). Las eternas sesiones de grabación en Munich se iniciaron en diciembre de 1974, sirviendo como pista de pruebas para los aspirantes al empleo de guitarrista en la banda de rock más importante del mundo. Wayne Perkins, Harvey Mandel y Ronnie Wood figurarían en los créditos, mientras otros participantes quedaron en las sombras (Peter Frampton, Rory Gallagher, Jeff Beck). La grabación de Black and Blue iba tan lento que se tuvo que posponer su lanzamiento, lanzando en su lugar el recopilatorio Made in the Shade. A todas estas se estaba llevando a cabo el Tour de las Americas, el cual interrumpió el trabajo de estudio.

Los Stones, tras hacer algunos overdubs en Montreux, regresaron a los Musicland muniqueses para redondear el nuevo disco, que se finalizó en Nueva York en febrero de 1976. Para ese momento ya Ronnie había sido ungido como nuevo Stone, por lo cual participó en la sesión fotográfica para la portada de Black and Blue, que se realizó en la Isla Sanibel, Florida, a las órdenes del fotógrafo de moda Hiro. Bill Wyman estaba en su etapa de lucir joyas, Watts lucía un corte de cabello casi prusiano, Jagger estaba en maquillaje y Wood, más juvenil que nunca, se presentaba bien afeitado, dispuesto a conquistar el mundo, arrimado a su compinche Richards. 



Justo hoy, hace 43 años, Black and Blue se lanzaba, sorprendiendo en varios apartados: por su corta duración (solo ocho canciones, en poco más de cuarenta minutos) a pesar de grabarse durante tanto tiempo; por su rara selección de estilos (no era solo rock n’ roll, también era reggae en piloto automático y disco/funk artificial) y por el flojo nivel de algunos de los temas a nivel de composición.

Black and Blue tiene una importancia capital en la evolución de los Stones, ya que cerraba la primera mitad de su carrera, estableciendo las bases de trabajo y filosofía ‘empresarial’ que los Glimmer Twins han mantenido hasta el presente, reforzados en aquel 76′ por un escudero fiel que no hacía muchas preguntas (Wood), un baterista concentrado en el cricket y la vida hogareña (Watts) y un bajista cada vez más ausente, desenganchado de la euforia rock (Wyman). Black and Blue, argot de los hematomas a consecuencia de una golpiza, era el figurado puñetazo para despertar del ya rancio sueño post-sesentas.  







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