Nuestra firma Teresa Cerón López nos habla de la nueva referencia del autor madrileño
[Teresa Cerón López] @ecosdelvinilo
Hay algo especial en los discos grabados en directo. El disfrute sobre el escenario frente a un público entregado. La ilusión que traspasa acordes. Las risas intercaladas entre canción y canción. O el baile fascinante entre música y letra, sin trampas ni cartón.
Quizás estos sean los motivos que hacen del último disco de Quique González, En vivo desde Radio Station, imprescindible.
Dicen los que estuvieron el 6 de julio de 2017 en el Festival Mad Cool de Madrid (donde se tenía previsto grabar este doble CD y DVD) que el cielo amenazaba con la cancelación del proyecto a causa de una lluvia feroz. También cuentan que Quique y su banda nunca perdieron la esperanza de salir a escena y hacer lo que mejor saben: Tocar con pasión las canciones de un repertorio impecable preparado a conciencia, en un escenario que simulaba una preciosa radio y en el que todos los elementos escenográficos estaban perfectamente escogidos y cuidados para la ocasión.
Los astros fueron condescendientes con el madrileño y el cielo de Madrid mostró su mejor versión un poco antes de que la tarde diera la cara. Y Quique brilló con una sonrisa de oreja a oreja en la explanada de la Caja Mágica. Una sonrisa que quedó perfectamente retratada en la que sería la portada de este segundo material en directo, a años luz del mítico Ajuste de Cuentas. Porque En Vivo desde Radio Station es un ejercicio de rock en estado puro. Es crudo en su sonido. No tiene demasiados condimentos, ni cuenta con artistas invitados que aporten a la grabación pompa y boato. Es la radiografía del final de una gira brutal, llamada Me Mata Si Me Necesitas, en la que Quique y Los Detectives, su banda de los últimos años desde Delantera Mítica, logran convertir su alabado cancionero más reciente en auténticos clásicos de rock a base de estirar las canciones, haciéndolas crecer sobre las tablas. Dando una nueva vuelta de tuerca a las grabaciones originales hasta hacerlas parecer otras, e incorporando al dream team, a Carolina de Juan y David Schulthess de Morgan, para disfrute de sus fans y de una maquinaria que con ellos da la sensación de estar (ahora si) perfectamente engrasada.
Las 18 canciones (y el extra incluído titulado El Puente del Diablo) que inauguran la serie de conciertos en directo que editará Mad Cool y que cada año contará con un protagonista distinto, están producidas por Carlos Raya, el cual aporta experiencia y brillo a un material único, que eleva a una banda de rock clásico hasta cielos infinitos. Aunque no están todas las que son (especialmente echo de menos más temas de Daiquiri Blues) sí que están todas las que deben estar, si tenemos en cuenta el público y el escenario elegidos para este proyecto.
El show abre con la descomunal Detectives, que suena liviana y más suelta que la original, siguiendo con Sangre en el Marcador, que deja patente la comunión existente entre público y banda.
Kamikazes Enamorados toma el relevo a un repertorio que, de momento, mantiene al personal entregado a un espectáculo de rock a la americana. La Fábrica, Tenía Qué Decírtelo y ¿Dónde Está Mi Dinero? nos obligan a mirar atrás, a los años de Delantera Mítica, disco que nos dio muchas alegrías a los fans de Quique González, y en el que se gestó el sonido que actualmente tiene este grupo de músicos portentosos.
Mientras nuestras emociones bailan, suenan los primeros acordes de Charo e irremediablemente Carolina de Juan y Quique nos hacen cómplices de la química musical que hay entre ellos, convirtiendo la canción en un auténtico clásico de la música española. La sin par Orquídeas nos brinda los versos más bellos escritos por el madrileño en los últimos años para darle la mano a la nostalgia, a través de Su Día Libre.
La Ciudad Del Viento es una especie de bienvenida al mundo real. En este disco suena majestuosa y pincha como alfiler antes de que haga su aparición la archiconocida Salitre, afilada y casi rozando la perfección.
La preciosa voz de Carolina de Juan adquiere todo el protagonismo en De Haberlo Sabido. Se puede palpar el éxtasis y el disfrute del equipo, que vuelve a escena para romper el cielo con No Es Lo Que Habíamos Hablado y Avería y Rendición. Con las pulsaciones a mil nos percatamos que la carrera de Quique González está en su mejor momento y ya de paso, por qué no decirlo, de aniversario. Nos lo recuerda Y Los Conserjes De Noche, claro estandarte de un debut que hace veinte años ya prometía grandes alegrías y muchas dosis de esfuerzo. El público está desbocado, relucen las guitarras y las voces para darle la bienvenida a la sentida La Casa De Mis Padres, pura emoción inyectada en vena que no decae tras las primeras estrofas del regalo que Quique hace a sus más fieles seguidores, El Puente del Diablo, canción de letra comprometida y con la que Los Detectives parecen querer decirnos que lo bueno está por venir.
Dallas-Memphis nos transporta a una frontera imaginaria. Es una maravilla excelsa que anuncia el final de un viaje catártico que tendrá como última parada Vidas Cruzadas, porque si de algo entienden Quique González y su tropa cada vez que se suben a un escenario, es transportarnos a universos literarios y cinematográficos emocionantes. Como En Vivo desde Radio Station, pura emoción.
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