El cantante muere a los 66 años por un ataque cardíaco
[Ricardo Portmán] @ecosdelvinilo
Una pérdida tan inesperada como dolorosa la de un Tom Petty que estaba en la plenitud de una madurez artística que seguía dejando verdaderas joyas, la más reciente Hypnotic Eye (2014). Con solo 66 años el cantante sufrió un ataque cardíaco en su casa de Malibú, tras lo cual fue ingresado en el Hospital UCLA de Santa Mónica en estado crítico, generándose cualquier cantidad de especulaciones, llegando incluso a anunciarse su fallecimiento por adelantado. Lo cierto es que tras permanecer en muerte cerebral sus familiares autorizaron desconectar el respirador artificial; lo demás es ya conocido.
Nacido como Thomas Earl Petty en Gainesville, Florida, el 20 de octubre de 1950, desde muy joven se sintió inspirado a estar en una banda tras ver a The Beatles en el Ed Sullivan Show. The Sundowners, The Epics y Mudcrutch (donde coincidió con los futuros Heartbreakers Mike Campbell y Benmont Tench) fueron sus primeros proyectos hasta que consiguió la estabilidad, formando Tom Petty & The Heartbreakers, lanzando su disco debut en 1976.
You’re Gonna Get It! (1978), Damn the Torpedoes (1979), Hard Promises (1981); disco tras disco crecía el éxito en ventas y entre la crítica de un músico que sabía pulsar una cuerda sensible en conexión con el sentimiento rock de la América profunda. Tras una período problemático durante la grabación del álbum Southern Accents (1985), con un frustrado Petty pegándole un puñetazo a la pared y fracturándose la mano izquierda; este golpe bien podría verse figuradamente como un punto de quiebre y repunte del compositor.
El reconocimiento definitivo y masivo llegaría en 1989 con su disco “solista” Full Moon Fever (entre comillas porque participaron de igual manera los Heartbreakers). Esta placa incluía las enormes I Won’t Back Down y Runnin’ Down A Dream, así como ese himno generacional titulado Free Fallin’. Justo antes de este trabajo Petty formó parte de los Traveling Wilburys. Tras su tiempo con Dylan, Harrison, Lynne y Orbison regresaría a la banda madre, grabando el sobresaliente Into the Great Wide Open (1991).
En 1994 el de Florida alcanzaría la gloria con uno de los mejores discos que se hayan grabado alguna vez, el indispensable Wildflowers. En esta grabación es donde encontramos en todo su esplendor la maestría y sensibilidad de un Tom Petty que ya no necesitaba forzar nada, solo dejarse llevar.
Con la confirmación de su fallecimiento Tom Petty pasa lamentablemente a engrosar la lista de las leyendas de la música popular de los Estados Unidos que nos han dejado antes de tiempo. Petty, desde su sabia visión del rock de raíz supo instalarse en el corazón de la gente, convirtiéndose en la voz de la conciencia del rock Made-In-America.
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