Magnolia
[LagoNaranja]
★ ★ ★ ★ 1/2
[Ricardo Portmán] @ecosdelvinilo
Lo que parecía insuperable se volvió agua pasada. Magnolia desde ya puede verse como el puesto fronterizo, el año cero, para Rufus T. Firefly. Por inspiración y pericia, por la calidad de la grabación, por ese factor equis que hace borbotear la química y sobre todo por su consistencia, Magnolia se muestra como la cumbre sonora de Víctor Cabezuelo, pero esta es una cima temporal (ya se encargará de seguir cuesta arriba). Su alianza con el productor Manuel Cabezalí sigue dando buenas cosechas y escribiendo renglones fascinantes.
Magnolia tiene la cualidad de obra global, teniendo en la ausencia de hits evidentes un aliado inesperado. Destacar algunas de sus pistas no es difícil, pero es en la arboleda del playlist al completo que las esencias hacen sus milagros. Encontramos retazos eléctricos y decibelios bien administrados en Río Wolf, el preciosismo melódico en Última Noche En La Tierra y magníficas secuencias elípticas en Magnolia, Tsukapori y Pulp Fiction, pero la corona de laurel va para el corte que mejor representa el momentun de Cabezuelo: El Halcón Milenario, con esos fraseos de guitarra que son versos en sí mismos y los patrones percusivos de Julia Martín-Maestro, que -en todo el disco- rozan el impresionismo y refuerzan cada fragmento con una inventiva incuestionable. Este nuevo trabajo de Rufus T. Firefly es un soplo vitalista en la nariz de las masas, el cual lleva implícito un ‘levántate y anda’.
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