Entrevista exclusiva con Git

“Siempre estarán vigentes las teclas, igual que la guitarra o la batería”





[Ricardo Portmán]

Que Git grabara su mejor disco hasta la fecha en un estudio llamado La Casa de la Música dice mucho. Con We Don´t Know Where We Are como caballo de batalla, la banda madrileña se tomó a pecho la conquista de un año tan impar como accidentado para la buena música. Misión cumplida.

Tema tras tema, Oscar, Andrés, Iván y Cécil proponen y disponen con solvencia. Este cuarteto es capaz de mirar en línea recta a las vacas sagradas del género. Para definirles apostamos por estas tres palabras: La claridad, el músculo y la inmediatez. Están muy claros de cual es su propuesta. Tienen músculo, compas tras compás, tanto en su sonido como en su lírica. Enganchan a la primera escucha (pocos pueden presumir de ello).

Desde Madrid, los Git han compartido con nosotros su verbo ágil con la amabilidad que les caracteriza.



Muchas gracias por atendernos. Empecemos por las presentaciones. ¿Qué y quiénes son Git?  

Git somos tres madrileños (fuenlabreños para ser más exactos) y  una francesa medio española. Los tres chicos, Andy, Iván y Óscar llevamos desde el principio. Por el medio hemos tenido un par de guitarristas (Jaime y Antonio) y después llegó Cécil, quedándonos desde hace ya unos cuantos años con esta formación. Somos sobre todo cuatro personas apasionadas por la música y con muchas ganas de crear cosas juntos y mostrárselas a la gente.


Tenéis varios años de andadura. ¿Cómo se puede tener una banda por un largo tiempo y sobrevivirlo? ¿Es tan difícil como dicen?  

No vamos a decir que es fácil, porque no lo es. Quizá lo más difícil es lo más básico: ser conscientes, cada uno por separado y luego de forma conjunta, de lo que realmente significa Git en nuestras vidas. Cuando te das cuenta de ello, el tiempo empleado, el esfuerzo y todo lo demás se hace más sencillo. Afortunadamente hasta ahora nos hemos peleado por muchas cosas pero casi nunca por nada que tenga que ver con la música que hacemos.

Vuestro sonido se mueve entre el alt-rock, el pop más oscuro y la electrónica. Una apuesta arriesgada (y valiente) frente a los cánones del marketing actual. ¿Qué les impulsó a este estilo?  

No hay nada predefinido o premarcado en nuestro estilo; es el resultado de los gustos de los cuatro, que en los últimos tiempos se expresa improvisando en los ensayos para que nazcan las nuevas canciones. Tratamos de disfrutar con lo que tocamos, y huir de caminos prefijados. Nunca decimos: vamos a hacer una canción de este rollo o del otro, nos dejamos llevar y cada uno aporta algo diferente, según lo que le sugiere lo que está haciendo el de al lado, lo que tiene ese día en la cabeza, a saber… es todo muy abierto, para bien o para mal.

¿Qué artistas les mueven las entrañas? ¿Hay consenso entre los cuatro integrantes?  

Aunque tenemos muchos grupos y estilos en común, también existe una gran variedad de música que no compartimos todos, lo cual hace que nuestras canciones tengas diferentes matices según lo que cada uno aporte. Grupos en común, con los que haya absoluto consenso, creo que  podríamos decir Portishead, Nirvana, Radiohead, The Cure, R.E.M., Pixies, Joy Division y alguno que otro más. Pero a partir de ahí ya es más difícil coincidir los cuatro, aunque desde luego escuchamos mucha música y es algo muy importante para todos.


¿Dónde y cómo buscáis la inspiración para componer? 

Antes era Óscar (voz principal y guitarra) quien componía la mayoría de las canciones,  traía el esqueleto de la canción y todos juntos le dábamos forma final y demás. De esta manera de trabajar han sobrevivido tres canciones de las que están en el disco (Another You, Just y All Those Hopes). Pero desde hace tiempo la forma principal de componer es improvisando en el local de ensayo a partir de alguna pequeña idea (una melodía de teclado, unos acordes de guitarra), a partir de ahí nos dejamos llevar, siguiéndonos entre nosotros. En los días buenos hacemos cosas que nos gustan lo suficiente como para seguir trabajando en posteriores ensayos hasta que damos forma definitiva a la canción. Y ya posteriormente, a veces pocos días antes de llevarla al directo, Óscar suele terminar de escribir la letra.

¿Qué estampas se os vienen a la mente con la frase «We Don’t Know Where We Are»?  

Lugares no concretos, indeterminados, nos gusta la ambigüedad de la frase… puede referirse a muchas cosas, lo gracioso es que incluso cada uno de nosotros le dimos una interpretación diferente a llamar así el disco. Así que es imposible dar una respuesta concreta a haberlo titularlo de esta forma.

«This Is Not About Sadness» en 2009, «A Minor» en 2011, el climax de «We Don’t Know…». La evolución se oye, se siente y promete mucho más. ¿Hacia dónde se dirige, musicalmente, Git?  

A sentirnos aún más nosotros mismos, a definir aún más nuestro perfil musical, sin parar de experimentar nuevos registros y matices. De momento ya tenemos dos canciones nuevas y algunas ideas a medio desarrollar que pintan bastante bien, ya veremos.

¿Cómo es un día en la sala de ensayo de Git?  

Si no hay concierto muy próximo, solemos alternar el ensayar canciones de nuestro repertorio con momentos de improvisación donde, como hemos dicho antes, suele ser el espacio donde nacen esas nuevas canciones. Si en cambio tenemos concierto cerca nos dedicamos a preparar a fondo el set list del mismo. Casi siempre hay espacio para comentar cosas de la organización del grupo, discusiones, risas, el día a día de la convivencia…

¿Cómo se maneja Cécil en el seno de un triunvirato musical masculino?  

¿Podemos dar vuelta a la pregunta? Jejeje… Ella es la espontaneidad del grupo, el ánimo y la alegría; ¡aunque cuando se pone seria, el «triunvirato masculino» puede echarse a temblar…!

El sintetizador y las secuencias han sido sistemáticamente demonizadas por los puristas. ¿Siguen vigentes las teclas? 

Siempre estarán vigentes las teclas, igual que la guitarra o la batería. Además, en nuestra forma de entender y hacer música, los teclados aportan muchas y diferentes pinceladas que otros instrumentos no pueden ofrecer. De hecho, en el pasado tuvimos 2 guitarras y no había teclado, pero creemos que éste aporta una atmósfera que antes no teníamos, que nos ha llevado a un sonido más completo, más versátil y con el que nos sentimos más identificados. Desde hace tiempo, de hecho, tenemos un teclado y un sinte, un Microkorg, que lo toca Iván a la vez que el bajo (por difícil que parezca).

Los argentinos Soda Stereo afirmaban en su disco Dynamo (1992) que la música estaba en los cables. ¿Es así?  

Todo es válido, siempre que te sirva para expresar lo que quieres.

¿Cuáles serán las siguientes acciones de Git? ¿Qué nos tienen preparado para el próximo año?  

Empezamos el año con un nuevo concierto el sábado 25 de enero (sala Juglar en Madrid, en Lavapiés). Después pasaremos por el Fotomatón (también en Madrid) el 29 de marzo. Nos gustaría mucho volver a salir a tocar fuera de Madrid, estamos viendo cómo organizarlo. Además seguimos y seguiremos con la promoción del disco, y tenemos en mente grabar un nuevo videoclip para ayudar a esta promoción del álbum.

Para concluir, nuestro clásico de cierre: ¿Qué músico os gustaría que os recibiera, a su tiempo, en las puertas del cielo?

Seguro que diríamos cuatro diferentes, uno distinto por componente. Cualquiera de los que admiramos nos llenaría de orgullo; aunque es probable que muchos de esos que admiremos estén (si es que existiera alguno de los dos) más bien en el infierno que en el cielo.

Agradecidos por esta charla y que la fuerza les acompañe.  

Para más info:
www.gitmusic.bandcamp.com
www.facebook.com/gitmadrid
@Git_music

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